La regulación del alquiler turístico y sus multas de más de 20.000 euros deberían estar en pleno funcionamiento en verano, cuando se produzca el pico máximo de turistas tanto en hoteles como en viviendas de alquiler vacacional. También estará en ejecución la campaña de inspecciones que prevé multiplicar por diez las sanciones impuestas a quien opere al margen de la nueva ley. Pero ni eso ni medidas como las previstas para poner orden en la llegada de cruceros evitarán que Balears viva otro verano de saturación, al menos en sus meses de julio y agosto. A todo ello apuntaba ayer el vicepresident del Govern y conseller de Turismo, Biel Barceló, en una entrevista en el programa ´Al Dia´, de IB3. Barceló explicaba que la demanda seguirá disparada en tanto en cuanto se repitan atentados y episodios de violencia como los sufridos la semana pasada en Turquía y Egipto.

El vicepresident defendió además aspectos de la reforma del alquiler turístico como que sean las comunidades de vecinos las que decidan por mayoría lo que quieren para su convivencia. Se mostró extrañado por las críticas a este respecto del Colegio de Administradores de Fincas, donde califican la reforma de "barbaridad". "Respeto su opinión, pero lo más lógico es que los administradores de fincas se preocupen por defender los intereses de los propietarios, que tendrán la posibilidad de decidir lo que quieren para sus comunidades", razonó Barceló.