Si alguien dudaba de la necesidad urgente de regular el alquiler turístico masivo y en negro que ha marcado los últimos veranos, ayer Ryanair hacía un anuncio que las despeja de golpe: la compañía campeona de los vuelos baratos quiere montar "una especie de AirBNB" (la web que lidera el alquiler turístico en todo el modo), con el objetivo de vender paquetes de viaje que combinen sus billetes de avión de bajo precio con estancias en viviendas de alquiler turístico. Es decir, vuelos low cost y estancia low cost, la expresión resumida de lo que los sucesivos gobiernos baleares y la práctica totalidad de los empresarios turísticos han dicho que no quieren para estas islas: turismo masivo y barato. Con un matiz: además de ese tipo de ofertar de alquiler vacacional en pisos o casas, Ryanair pretende comercializar con sus vuelos a Mallorca hoteles de todas las categorías.

La estrategia la adelantaba ayer en Palma por José Espartero, jefe de Ventas de Ryanair en España y Portugal, que detallaba que el modelo ya ha empezado a implantarse en Reino Unido, Alemania e Irlanda, para aterrizar en los próximos cuatro meses en el mercado español. "La idea es darle a nuestros clientes siempre la mejor oferta para viajar", resumía Espartero.

Los movimientos de Ryanair cobran especial importancia desde la retirada de Palma de Air Berlin. Con la compañía alemana abandonando su centro neurálgico de Mallorca y renunciando a sus rutas, Ryanair se convertirá en los próximos meses en la nueva aerolínea líder del mercado balear. Y quieren serlo más: estrenarán en primavera cuatro rutas desde Son Sant Joan a Frankfurt (un vuelo diario), Newcastle (uno al día), Roma (cuatro semanales) y Breslavia (2 vuelos a la semana).

Además, crecerán en trece rutas más, algunas de ellas anuladas por Air Berlin. Ryanair ocupa el hueco con más frecuencias a Brimingham, Bournemouth, Bremen, Dublín, Edimburgo, Glasgow, Hamburgo, Leeds, Liverpool, Manchester y Estocolmo, destinos a los que se suman dos refuerzos de conexiones nacionales con Málaga (cinco vuelos a la semana) y Sevilla (uno al día).

Nuevo líder en Son Sant Joan

Con todo, la oferta de Ryanair en Palma ascenderá a 47 rutas. Nadie tendrá más. Y nadie moverá más pasajeros: el plan es pasar de los 3,7 millones viajeros de este año a más de 4 millones. Elevarán así su operativa un 12%, para ganar más de 300.000 clientes, con los que darán trabajo directa e indirectamente a 3.000 personas en Mallorca (según cálculos que Ryanair atribuye a la asociación internacional de aeropuertos).

Al ritmo de avance superior al 10% anual que han marcado en los últimos ejercicios, Ryanair no descarta alcanzar los cinco millones de pasajeros en la isla en el año 2020. Muchos de ellos saldrán de Air Berlin, claro, aunque en Ryanair ven la crisis en la aerolínea alemana como una consecuencia de la presión que meten ellos en el mercado. "También le ha pasado a Lufthansa, que está reorganizando vuelos con Eurowings. Y a Vueling, que ha tenido que revisar su plan de expansión por nuestra presión", opina Espartero, que subraya que uno de los grandes objetivos de la aerolínea es ganar cuota de mercado en Alemania. "Queremos llegar allí a la cuota que tenemos en España", dice Espartero, antes de recordar que en el mercado español son líderes con un 18% de los pasajeros y la previsión de hacerse con el 20% del pastel a corto plazo. En Alemania se plantean triplicar el 7% de cuota actual para conquistar el 20% del mercado.

Aviones no les faltarán para ello. La aerolínea cuenta con 363 Boeing 737, a los sumarán 305 más hasta el año 2024. "En 2017 estrenaremos un avión cada diez días", abunda Espartero. Esos aparatos, dice, les permitirán seguir abriendo rutas de precio bajo, para combinarlas con el fenómeno de moda: el alquiler a lo AirBNB.