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Turismo

Rentabilidad caribeña, gestión ejemplar hotelera

En la banca ensalzan la modernización de los hoteles, convertidos en negocios más eficientes y lucrativos gracias a las exigencias de la crisis

Mallorca sigue aún hoy contándose a sí misma que los hoteleros de éxito de la isla son poco más que tipos con suerte. El hermano pequeño que heredó las tierras familiares junto al mar y pamplinas similares. Pero no. Fuera de la isla el análisis es muy diferente: los hoteleros de la isla se han convertido en referentes de gestión, ejemplos a seguir por cadenas de todo el mundo y por sectores que solían mirar al turismo como un negocio muy divertido, a veces lucrativo, pero en general poco serio. Y quizá así fuera, pero la crisis ha cambiado radicalmente tanto la percepción como los hechos: hoy se reconoce la rentabilidad de un sector de moda, que además ha elevado a la excelencia su nivel de gestión.

Lo dicen por ejemplo en el sector financiero, en el que se habla de los hoteleros de las islas como gestores brillantes. Eran muy buenos en turismo, dicen, tenían instinto para detectar un destino de éxito, añaden, pero la crisis financiera de 2008 les ha obligado a ser muy buenos también en gestión, subrayan. "Durante años vimos aumentos de facturación en los hoteles, pero no mejoraba tanto el balance, y ahora en cambio sí, sobre todo en las grandes cadenas, que trabajan a un nivel brillante. Mueven las tarifas minuto a minuto, adaptándose a cada impulso del mercado, y al mismo tiempo están cuidando la cuenta de gastos. El resultado es que hoy las empresas hoteleras son mucho mejores: esta crisis ha hecho una selección natural. Ha obligado a ir más allá de la facturación, mejorar la comercialización y la estructura de costes", explica uno de los ejecutivos de referencia de la división hotelera del Banco Sabadell.

Necesidad y buena racha

En los hoteles explican que así es, que han mejorado la gestión, sobre todo de la comercialización y los costes. "Al principio fue la necesidad: había que hacer inversiones porque igual no había otra oportunidad como la que nos dieron (se refiere a la ley turística de Bauzá, que recompensa a quien invierte en mejoras con más plazas). Así que nos encontramos con empresas muy apalancadas (con mucha deuda) y necesidad de reducir costes como fuera. Luego hemos tenido todo de cara y han llegado cinco años fantásticos. Sobre todo en Balears, donde puedes pedir el precio que quieras, que entre julio y octubre lo vendes todo", resume un directivo de cadena mallorquina, que explica que precisamente esa rentabilidad disparada está haciendo que amorticen los hoteles "casi tan rápido como en el Caribe".

Se refiere a que en los paraísos de centroamérica construir y explotar un hotel es mucho más barato, por lo que las inversiones se recuperan en periodos mucho más cortos. Donde en Mallorca hacían falta 20 años de actividad para recuperar lo invertido, en el Caribe no se llega a 10. Aunque en los últimos cuatro años la cosa se ha igualado, gracias a que los hoteles de Mallorca han podido elevar sus precios un 51% de media, que llega a ser más de un 70% en establecimientos que han apostado por la máxima calidad. Arriesgaron como nunca, ganan más que nunca. Casi a la caribeña.

"Tan rápido como el Caribe no se amortiza, pero es cierto que la situación ha mejorado muchísimo: analizamos planes de negocio con márgenes muy importantes, superiores al 50%. Y los hoteles de mayor categoría funcionan mejor", explica el especialista del Banco Sabadell. Detalla además que aunque la mejora de ingresos es importante, es en gran medida coyuntural, pero no lo es tanto la mejora de los hoteles, que plantean modelos de negocio cada vez más rigurosos: "Los bancos hoy vemos cuentas de explotación con planteamientos cada vez más eficientes, en los que se trabaja más y mejor sobre los costes, apostando por hoteles en alquiler en vez de compra, externalizando servicios de todo tipo, desde lavandería, lencería, a restaurantes y flotas. Son cuentas tranquilizadoras, que mejoran el rating y abaratan los créditos para los hoteles", abunda el especialista hotelero del Sabadell, que sabe perfectamente que los hoteles de la isla son éxitos que poco tienen de casual.

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