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En contra

Mateu Cañellas: "El túnel del calabozo es el mismo de salida a la pista de atletismo"

Atleta mundial, conseller con UM, absuelto de cuatro casos de corrupción

Mateu Cañellas, atleta mundial, conseller, absuelto de cuatro casos de corrupción.

-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿UM era para salir corriendo?"

-Una parte sí, como se ha demostrado. Supongo que en la corrupción se entra poco a poco. Un día pasas el gasto de una cena que no toca y acabas con un chalet.

-¿Le dicen algo por la calle?

-Desde "por tu culpa estoy imputado" o "corrupto" en una farola, a "aguanta" para que me mantuviera de conseller sin romper el Pacto. Cada día me llamaba Antich, para que resistiera a los seguidores de Miquel Nadal.

-¿Correr todo lo cura?

-Ayuda, me salvó haber corrido. Cuando me detuvieron, el túnel que sube de los calabozos al despacho del juez es el mismo de salida a la pista de atletismo en el estadio. No ves nada, estás concentrado porque sabes que te la juegas. Una transferencia de aprendizaje.

-¿Necesitó ayuda?

-Tuve una depresión seria. Tomé un poco de medicación, pero la dejé porque me atontaba. Fue al principio, después aprendí a apretar los dientes. De hecho, me saltaron algunos. Dicen que si eres inocente, tienes la conciencia tranquila, pero es falso porque has de demostrarlo.

-¿Por qué le acusaban de comprar votos?

-Cuatro personas me encasquetaron el muerto. Todo el mundo buscaba culpables, y yo fui la cabeza de turco de una estrategia de defensa. Denuncié, pero retiramos la acusación tras las absoluciones. No quiero mantener esto vivo.

-¿Era usted el único inocente de UM?

-Cuando me detienen, mi abogado Antonio Martínez me dice que "ahora te pedirán fianza". Le respondí que "te prohíbo que pagues ni un euro. Prefiero ir a prisión antes que pagar fianza". El fiscal era Horrach, también he tenido a Subirán y Carrau, y no la pidió.

-Cuatro absoluciones y no guarda rencor

-Hacían su trabajo, mi único problema es que durara tanto. El tiempo me ha dañado personalmente, pero me ha ayudado judicialmente para desmontar las acusaciones. Asumí lo ocurrido como una experiencia vital negativa, una etapa que hay que cerrar. Me han amargado seis años, que no me quiten veinte más.

-¿Era más duro seguir a El Guerruj en su plata del Mundial que a Maria Antònia Munar?

-Era más emocionante, porque ya era un privilegio estar en la final. Aquel día podría haber ganado a El Guerruj si me lo hubiera creído, pero era un chico de pueblo que flipaba al estar con 22 años entre los más grandes del mundo. Adelantas a Fermín Cacho y piensas que no puedes ser tan bueno. En los últimos diez metros, casi me freno y me dejo adelantar por el tercero.

-¿Y qué hay de seguir a Munar?

-Solo puedo decir que me ha respetado. No he tenido ninguna confrontación con ella, el conflicto era con los nadalistas.

-¿Ha ido a visitar a Munar a la cárcel?

-No tengo ganas de ir a la prisión y revivir todo aquello.

-¿Su relación era turbia con Miquel Nadal?

-En lo político y en lo personal, se mezcló todo. Se tomó a mal que yo no hiciera lo que me pedía, porque era el líder de la facción en que yo estaba y le debía la propuesta para ser conseller. Se sintió traicionado. Hoy es impactante verle en la cárcel, es algo que te trastoca.

-¿Por qué corre todo el mundo, con lo aburrido que es?

-La fiebre del running proviene de un mayor sedentarismo, una mala nutrición, una obsesión brutal por la imagen y la necesidad de autorrealización personal. Correr es lo más básico, el movimiento humano. Por culpa de esta burbuja deportiva, muere la tecnificación.

-¿Las marcas se falsifican tanto como los votos?

-Se intenta evitar el crono oficial, ganando pruebas populares donde no tienen que comparar, y donde derrotan a gente que solo corre para disfrutar. Has de competir con los grandes para tener referencias. Yo he perdido con los mejores, por eso me siento bueno.

-Mallorca es un pueblo, así que imagine Inca.

-Con la ventaja de que conocían a mi familia. Mi padre había sido concejal del PP, así que dudaban de lo que se publicaba sobre mí. José María Odriozola, que se retiraba tras 28 años al frente de mi Federación, me dijo "¿lo tuyo al final todo bien? Los que te conocíamos, no dudábamos, como máximo pensábamos que te habían engañado". Devolví seis mil euros pendientes de la beca cuando me retiré.

-¿En cuánto corre hoy los 1.500 metros?

-No quiero ni saberlo, dejé el atletismo hace 16 kilos. Hoy salgo a correr para disfrutar, para hacer diez kilómetros en 37 minutos.

-¿Por qué no fue el nuevo Fermín Cacho?

-Porque se me acabó la ilusión con 26 años, cuando corría 220 kilómetros a la semana. Hubo una lesión, la posibilidad de trabajar, las cosas raras que veía con el dopaje. Siempre me veo metido en todos los follones.

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