La consellera de Medio Ambiente del Consell de Mallorca, Sandra Espeja, presentará hoy las principales conclusiones del proceso de participación impulsado para la redacción de un nuevo Plan Director de Residuos de Mallorca. Técnicos, entidades ecologistas, instituciones y sector empresarial se han mostrado unánimes a la hora de erradicar del mercado el uso de las bolsas de plástico en el comercio. Si el plan recoge esta medida, supondrá que antes del año 2019 se deberán haber suprimido del orden de 100 millones de bolsas de plástico, cantidad que en estos momentos utiliza el sector comercial en nuestra isla.

En el año 2007 se obligó a los comercios y supermercados a hacer pagar la bolsa de plástico al cliente que las solicitaba para transportar los productos de su compra. Ello provocó una reducción de más del 50% de las bolsas que estaban en circulación en aquellos momentos. Los cálculos realizados por el ministerio de Medio Ambiente apuntaban que en 2007 se utilizaban del orden de 300 bolsas por persona. Esta cantidad, multiplicada por los 800.000 habitantes de Mallorca, nos arrojaba la cifra de 240 millones de bolsas al año. En estos momentos, pese a la reducción del 50% de unidades con la obligación de pagarlas, en Mallorca se siguen utilizando unas 150 bolsas de plástico anuales por habitante.

El actual plan director, redactado la pasada legislatura gobernada por el PP, ya contemplaba una reducción progresiva del uso de las bolsas de plástico. En 2015 estaba previsto reducir el 70%; en 2016 el 80% y para 2018 el 100%. Solo se debían utilizar para los alimentos perecederos. Mediante estos cálculos, en 2015 se deberían haber eliminado 84 millones de bolsas (70%), 96 millones (80%) en 2016 y los 120 millones (100%) en 2018.

No obstante, en el proceso de participación convocado por el Consell se ha llegado a la conclusión de que esta eliminación paulatina de las bolsas de plástico no se está cumpliendo. Técnicos consultados señalan que como máximo se han reducido unos 20 ó 25 millones anuales, lo que suponen que cada año en Mallorca se siguen utilizando del orden de los 100 millones de bolsas de plástico para las compras. Si bien es cierto que en las grandes superficies se ha reducido bastante el uso del plástico para transportar las compras, en el pequeño comercio y en el quehacer cotidiano se siguen utilizando una gran cantidad de bolsas de plástico por habitante.

Desde el Consell de Mallorca explicaron que todos los sectores, técnicos e instituciones se mostraron unánimes a la hora de que el nuevo Plan Director de Residuos incluya la medida de la eliminación total de las bolsas de plástico, tal y como contempla la normativa estatal. Este nuevo plan todavía no se ha redactado. Se deberá contratar al equipo redactor y que contemple las principales conclusiones del proceso de participación. Una vez redactado deberá estar en exposición pública y pasar un periodo de alegaciones. Lo más probable es que no esté en vigor hasta finales del 2018. La alternativa al plástico se deberá consensuar con el sector comercial, apuntan desde el Consell. No obstante, la opción más factible es potenciar el papel y otros materiales, pese que a los empresarios les saldrá mucho más caro.

Cobrar al devolver el envase

Otra de las medidas que se han puesto sobre la mesa en este plan de participación es el de que los consumidores puedan cobrar un dinero si se molestan en devolver el envase, tanto de vidrio como de otros materiales reutilizables. Incluso la consellera Espeja, cuando presentó las conclusiones a los grupos políticos, no descartó esta posibilidad. Sin embargo, la medida excedería de las competencias del Consell y debería aplicarse en combinación con el Govern, indicaron desde Medio Ambiente de la institución insular.

El sistema pensado sería similar al que funciona en Alemania o en algunos países nórdicos. Consiste en una red de máquinas receptoras de envases que cuando el consumidor los deposita en ellas les pagan por el recipiente.