Ni diputados, ni los que fueron sus consellers, ni los barones populares de peso, ni tampoco los alcaldes más representativos han querido mostrar su apoyo a la candidatura de José Ramón Bauzá a la presidencia del PP. En los diferentes actos que ha convocado el expresident le han dado la espalda. Mientras, sus rivales regionalistas siguen sumando adhesiones para afianzar su papel de favoritos en la carrera del congreso regional que se celebrará entre finales de marzo y principios de abril. Una de estas adhesiones es la de gran parte del sector rodriguista que ya no se esconden en asegurar que Company y su equipo "están haciendo un buen trabajo para sumar sensibilidades".
La irrupción inesperada de Bauzá causó un gran desconcierto entre las bases y los cargos del PP. Entre otras cosas, se desconocía con qué apoyos contaba el expresident y qué dirigentes de peso estaban detrás de su apuesta para volver a presidir el PP un año y medio después de haber sido derrocado y obligado a dimitir. Sin embargo, una semana después de su anuncio sorpresa antes incluso de ser convocado el congreso regional, se han empezado a vislumbrar los movimientos.
Durante estos días se ha visto que ninguno de los 20 diputados que él puso en la lista del Parlament ha salido públicamente a darle apoyo. La mayoría de ellos critican de forma velada su presentación. Asimismo, ninguno de los consellers que él nombró para su Govern, salvo Carlos Delgado, tampoco se ha prestado a ofrecer su imagen al lado del expresident. El único que se creía que podía estar con Bauzá era Jaime Martínez. El extitular de Turismo en el Govern del PP incluso se negó a salir en rueda de prensa junto a él y rápidamente su entorno se desmarcó de la iniciativa impulsada por Bauzá y Delgado.
A todo ello hay que sumar los nombres con predicamento en el partido conservador que no se han escondido a la hora de manifestar su oposición al senador. Es el caso de Gabriel Cañellas, que no dudó en asegurar que "pixa fora del test, o del histórico Joan Huguet, que titulaba irónicamente un artículo publicado en este periódico como "El retorno de Moisés", en clara alusión al actual senador autonómico.
Si analizamos a los alcaldes de relevancia que han dado un paso al frente en favor de Bauzá, tampoco encontramos importantes adhesiones. Únicamente el primer edil de Sant Joan, Pablo Pascual, se ha fotografiado con el expresident. Ni los alcaldes de Manacor, Pedro Rosselló; ni el de Andratx, Jaume Porsell; ni tampoco el de Santa Margalida, Martí Torres, han tendido la mano al senador Bauzá. Ni decir tiene que otros alcaldes como el de Campos y actual secretario general del PP, Sebastià Sagreras, o el de Santanyí y portavoz popular, Llorenç Galmés, se alinearán con él. Entre otras cosas porque fueron los impulsores de la revuelta para provocar su dimisión al frente del partido, tras la pérdida de las elecciones en 2015.
Además de todo ello, en el encuentro convocado por Bauzá en un café del Passeig Marítim, el pasado domingo, no se vio ningún cargo o barón representativo del PP a excepción de Delgado.
El trabajo de los regionalistas
Los regionalistas han respirado tranquilos al comprobar como el expresident y ahora senador cuenta con menos apoyos de los que podía parecer en un principio. Ellos siguen con su labor sorda intentando cerrar una lista con el máximo de sensibilidades posibles. Tal y como publicó este periódico, ha existido acercamiento entre el sector de Jaime Martínez, que en un principio parecía que debía estar con Bauzá y se ha demostrado que no quieren saber nada del proyecto del senador.
También están trabajando el sector rodriguista. Una vez retirado José María Rodríguez, los que quedan apuestan por la que ven la opción más sólida. Company y Sagreras no escatimado esfuerzos de conciliación con los diputados Álvaro Gijón y Sandra Fernández. Company y su equipo son conocedores de que el gran bastión es Palma. También saben que Bauzá podría hacerse con algunas de las juntas de distrito palmesanas. Por este motivo, una vez controlada la part forana, su trabajo se centra en conseguir su implantación en Palma, ya que la capital balear será el gran bastión del congreso regional.
