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Educación

Menos deberes, que sean útiles y más personalizados

La protesta de los padres ha abierto el debate sobre las tareas de los escolares. Familias, docentes y Govern coinciden en la necesidad de "racionalizar" el estudio en casa

El conseller de Educación, Martí March, admitió "deberes inhumanos no, lo siguiente". tesa juan

"A veces se nos juntan deberes de tres asignaturas más un examen de otra para el día siguiente y eso es una locura". Rebeca Pascual es madre de dos niños, de 2º y 5º de Primaria. Habla de tardes como "carreras contrarreloj" y días en que su hijo, de 10 años, dedica hasta dos horas y media a las tareas que le mandan en el colegio. Por escenas como estas, frecuentes en muchas familias, los deberes están en el punto de mira.

Durante este mes de noviembre la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) ha impulsado una campaña contra las tareas escolares, que como medida promueve la huelga de deberes todos los fines de semana de este mes. La Federación de Asociaciones de Padres de Balears (FAPA) ha apoyado la campaña en el archipiélago, con matices pero con el mismo objetivo: "Abrir el debate y iniciar una reflexión sobre los deberes".

Igual que Rebeca habla de más de dos horas de estudio para su hijo de 10 años, Vicente Rodrigo, presidente de FAPA, calcula que su hija, alumna de cuarto de ESO, dedica "dos o tres horas cada día a ejercicios y trabajos, sin contar el estudio". "Hablamos de deberes excesivos, jornadas interminables en casa y padres que se preguntan qué hacen sus hijos sentados hasta cuatro horas después de haber salido de clase", resume Rodrigo la situación para justificar la campaña iniciada por las familias.

Según el Informe PISA, los alumnos de ESO de España dedican a los deberes hasta 6,5 horas semanales. Es uno de los países en que los escolares más tiempo dedican a estas tareas. Concretamente, el quinto de la OCDE sólo por detrás de Polonia, Italia, Irlanda y Rusia. Y, cabe recordar, que esta dedicación no se traduce en mejores resultados. De hecho, los dos países que menos tiempo dedican a los deberes, Finlandia y Corea del Sur, con 2,5 horas, son los países mejor posicionados por PISA. De ahí, que algunos padres lleguen a defender incluso con acabar con las tareas escolares en casa.

Deberes sí, pero menos

"Ahí donde hay menos deberes hay mejores resultados y, al revés, donde más deberes, peores resultados. Pero no hay una relación directa. Juegan muchos otros factores", alerta el portavoz del área de enseñanza pública del STEI-i, sindicato mayoritario entre los docentes de Balears, Cosme Orell. En las islas, familias, docentes y administración se alejan de las posturas que apuestan por acabar por completo con los deberes.

Ofrece un punto de partida a la cuestión el doctor en Ciencias de la Educación y miembro del departamento de Pedagogía Aplicada de la UIB, Jordi Vallespir: "Los deberes en sí mismos no son ni buenos ni malos", señala el pedagogo.

No obstante, en lo que coincide toda la comunidad educativa, desde familias a docentes pasando por la administración, es que la necesidad es "racionalizar los deberes".

Desde la Conselleria de Educación admiten que en algunos centros hay exceso de deberes, sobre todo en secundaria. El propio conseller, Martí March, llegó a hablar de "deberes inhumanos no, lo siguiente" en las aulas. La conselleria lo atribuye a un "problema de coordinación" en los centros, cuyos profesores no acuerdan cómo repartirse la cargade trabajo que enviarán a los alumnos.

"Los niños deben tener cada día un rato para no hacer nada y hay que encontrar la fórmula", plantea el director general de Planificación Educativa del Govern, Antoni Morante, que, no obstante, se muestra contrario a "regular el tema":

"Lo que debe haber son mecanismos de coordinación", defiende.

"Un debate más amplio"

Además del volumen, los distintos colectivos apuntan también a la tipología. "De los deberes de 'página 6 y 7, ejercicio 3 y 4, para mañana' estamos todos en contra", indica Vallespir. Desde FAPA, Rodrigo habla de "padres frustrados" cuando no pueden ayudar a sus hijos porque o bien no tienen los conocimientos o bien no tienen recursos para profesores de repaso: "Se acaba replicando el rol social de la familia cuando el estudio debe ser una oportunidad de abandonar ese rol", lamenta.

Otra de las críticas de los padres a los deberes es que "a veces se envía como deberes aquello que no se explica en clase", según señala el presidente de FAPA. "La idea no puede ser que lo que no se haga en clase se haga en casa", critica en el mismo sentido Vallespir, que aboga porque las tareas deben servir "como refuerzo" de lo aprendido en el aula. "En clase debe haber tiempo de sobra para hacerlos en el colegio", apunta Vallespir, que da más claves: por una lado, que "los deberes pueden estar justificados algún día, pero no se pueden enviar sistemáticamente cada día", y, por otro, que "lo ideal serían unos deberes más personalizados, no lo que hacen los libros de texto".

Orell, profesor, dice estar "totalmente de acuerdo" con ello, pero destaca el problema: "Esto no lo puedes hacer con clases de 30 alumnos, aquí es donde nos encontramos con problemas como las ratios. Por ello el debate sobre los deberes debe ser más amplio", reivindica el sindicalista.

Desde el Govern, Morante defiende deberes que los alumnos "puedan hacer solos y que sean útiles" y hace una recomendación: "Es importante que las familias hablen con los profesores y con los tutores de sus hijos y expresen sus preocupaciones".

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