Estos días en Londres ha habido algunas ausencias destacadas entre los hoteleros. La explicación es sencilla: la feria les sirve de poco, cuando lo tienen todo vendido para 2017 y algunos años venideros, y cuando lo que de verdad les trae de cabeza es sacar adelante las reformas de sus hoteles. Se quejan estos empresarios de que el tiempo se les acaba: la moratoria para hacer obras y beneficiarse de mejoras de edificabilidad cuando ponen dinero en calidad acaba a finales de 2017, y algunos ayuntamientos están demorando hasta 18 meses la concesión de licencias.

Confirma esta situación Inma Benito, presidenta de la patronal hotelera de Mallorca, que en Londres ha explicado estos días que los planes del sector pasan por seguir invirtiendo en los próximos años los beneficios que logran en la isla. Calculan de hecho que el dinero para proyectos de reforma en Mallorca crecerá un 3,8% anual hasta el año 2020. Y eso son hasta 900 millones de euros más, a sumar a los 660 millones ya inyectados en los últimos cuatro años y a los casi 300 que este invierno permitirán elevar la categoría y las prestaciones de decenas de establecimientos, con lo que ello supone en puestos de trabajo invernal.

Solo hay un pero, alerta Inma Benito: la citada moratoria para hacer las obras y acogerse a las ventajas de la normativa actual, una amenaza que se cierne sobre la mitad de la planta hotelera que aún no se ha reformado en la isla. Por eso los hoteleros piden que el período para completar la renovación de los hoteles se alargue hasta el año 2020, es decir, tres inviernos más, imprescindibles, dicen, para que los casi 400 hoteles (de una, dos y tres estrellas, la mayoría), que no han podido hacer obras aún acometan inversiones para modernizarse y mejorar la calidad del destino y los establecimientos. "Esperamos que con esa prórroga dé tiempo suficiente: hoy hay buenas condiciones financieras (los bancos están dando crédito) y el sector quiere invertir", abunda la presidenta de la patronal.

¿Tendrá en cuenta la petición el Govern? Preguntado al respecto en Londres, el vicepresident del Govern y conseller de Turismo, Biel Barceló (Més), asegura que es algo que analizarán dentro del Pacto con Podemos y PSOE, pero adelanta que, de inicio, son partidarios de una normativa que permita la modernización, "siempre que sea sostenible y no implique ni aumento de plazas, ni de presión urbanística". "En 2017 se iniciará el debate sobre el modelo de modernización. Estamos abiertos: son muchos puestos de trabajo en empresas de construcción y auxiliares que viven del sector, desde electricistas hasta fontaneros", remacha Biel Barceló, que coincide con los hoteleros en que los empresarios que se resistan a mejorar sus establecimientos están condenados a ir desapareciendo poco a poco.