Luis Rodríguez Toubes Rosselló, el joven estafador, está cumpliendo desde ayer la condena de siete años de cárcel por la estafa que cometió sobre un matrimonio de Llucmajor. El joven se encontraba en paradero desconocido desde el pasado jueves, fecha en la que se ordenó su ingreso en la cárcel, si bien su abogado se había comprometido que en el día de ayer iba a ingresar voluntariamente en la cárcel. Luisito cumplió su compromiso y en la mañana de ayer, a primera hora, se personó en la cárcel de Mas d'Enric, en Tarragona, para asumir el delito que cometió y empezar a cumplir la condena que el año pasado le impuso la Audiencia de Palma. Este ingreso se produce debido a que el Tribunal Supremo ha rechazado el recurso contra la sentencia condenatoria.

El Supremo notificó el pasado jueves a la Audiencia de Palma su decisión, lo que suponía el ingreso inmediato en la cárcel del joven estafador. El mismo jueves se decretó su búsqueda y captura. Ese día la Policía se personó en el domicilio de Barcelona donde ha estado residiendo en los últimos meses. Sin embargo, no se le localizó. Al día siguiente Luis Rodríguez Toubes llamó por teléfono a la Audiencia, interesándose por el motivo por el que se le buscaba. Se le notificó la decisión de que debía ingresar en prisión. El joven, sin embargo, no señaló en ningún momento dónde se encontraba y, de hecho, ya no volvió a ser visto de nuevo por este domicilio de Barcelona.

Aunque existían pocas posibilidades de que intentara huir, entre otras cosas porque carecía de pasaporte, su abogado se encargó de tranquilizar al tribunal. El pasado lunes el letrado notificó que el miércoles (ayer) ingresaría voluntariamente en la cárcel.

Como toda persona condenada Luis Rodríguez Toubes tenía derecho a elegir el centro penitenciario donde quería cumplir su condena. Ha elegido una de las cárceles más modernas del país, como es el centro de Tarragona, que fue inaugurado hace apenas un año.

Luis Rodríguez paga entre rejas la estafa que cometió sobre un matrimonio de Llucmajor, al que convenció para que le entregara todo su patrimonio, valorado en casi 40 millones. Las víctimas son personas muy vulnerables.