Desencuentro ayer en el Parlament entre Podemos y Francina Armengol. A la presidenta del Govern y líder del PSIB le irritó que la portavoz podemista, Laura Camargo, aprovechara su turno de control al Govern para atacar nuevamente al PSOE por haber permitido la investidura de Mariano Rajoy. La socialista replicó a Podemos que deje la política estatal y se centre en “sumar” para fortalecer al Pacto en Balears. “Sumen, porque las cosas están funcionando bien” con el Ejecutivo de PSIB, Podemos y Més, espetó Armengol, pidiendo a su vez un mayor “entusiasmo” a sus socios.

“Hemos asistido a la abstención de su partido ante Rajoy con tristeza. El PSOE se ha acabado vendiendo a las élites económicas”, lamentó Laura Camargo ante la presidenta. “No podrá decir que no le hemos avisado que de la mano de Rajoy vendrán más recortes y más corrupción”, añadió Camargo.

Pese al ataque, la portavoz podemista recalcó que “los 15 diputados que votaron ‘no’ demuestran coherencia”, en alusión también a los dos diputados del PSIB Pere Joan Pons y Sofía Hernanz. “Ahora toca blindar nuestros acuerdos porque es cuando llegarán los palos a las ruedas a nuestras políticas”.

“Quién es más de izquierdas”

“Ahora les gusta mucho Pedro Sánchez -contestó Armengol a Camargo-, pero después del 20-D fueron ustedes quienes votaron con el PP en contra de que Sánchez fuera presidente”, le recordó a Podemos. Con todo, “el pasado es el pasado”, subrayó Armengol. “No pienso enfrentarme a usted por qué partido es más de izquierdas. Podemos defender juntos los intereses de Balears en el Congreso. Le pido que defienda con entusiasmo este Govern”, espetó la presidenta a los de Pablo Iglesias.

La diputada Camargo se mostró después más vehemente con Armengol: “Sánchez le gusta a usted. Sánchez, como él admitió, prefirió pactar con la naranja mecánica [en alusión a Ciudadanos]. No se preocupe: sabemos que el PSIB no es el PSOE de los ERE”, dejó claro Camargo que su partido valoraba el desmarque de los dos diputados en la votación de la investidura.

Francina Armengol insistió entonces en separar la política española de la balear, así como las cuestiones internas: “Todo el mundo tiene problemas y divisiones en sus partidos. Le pido que no los traiga a esta Cámara, como no lo hago yo. La clave no es estatal. Deje de mezclar lo que pasa aquí con lo que pasa en Madrid. No perdamos el tiempo discutiendo entre nosotros y luchemos contra el verdadero enemigo: la pobreza y la desigualdad”.

En el turno de Ciudadanos, su portavoz, Xavier Pericay, animó a la presidenta a mantener una política de reivindicación ante el Gobierno del PP en Madrid, pero la mismo tiempo sin un “enfrentamiento permanente”, en aras a conseguir mejoras para Balears. Armengol respondió entonces a Pericay: “No sé qué estrategia me aconseja. ¿Cómo nos hemos de comportar ante un Gobierno que ha dejado a Balears a la cola en inversión, en financiación, que no ha sido capaz de estudiar el Régimen Especial y que nos ha impuesto la LOMCE? ¿Cómo nos hemos de comportar cuando se nos niega el pan?”.

La presidenta del Govern espetó al portavoz de Ciudadanos que le ve “encantado con Rajoy de presidente”, y le animó a preguntarse si “está en el partido que toca”, o debería militar en el PP.

Dedicación exclusiva

El líder de El Pi, Jaume Font, también interpeló a la presidenta sobre cuál será su política con Madrid a partir de ahora. El diputado regionalista mostró a su vez la preocupación por el papel jugado por Armengol en la política nacional, en detrimento de sus obligaciones como presidenta del Govern balear: “Cuando ha salido en los medios nacionales sólo ha hablado de su partido. Ha tenido una dedicación parcial a Balears y necesitamos que tenga dedicación exclusiva, deje ya los temas de su partido. Aproveche que el PP está en minoría”, aseveró Font.

“Siempre he puesto los intereses de los ciudadanos por delante de las siglas del partido, y creo que lo he demostrado”, se defendió Armengol. Anunció que pedirá una reunión con Rajoy para “desbloquear” los asuntos pendientes de la Comunidad.