El PSIB no busca ni teme una ruptura con el PSOE a partir del sábado, cuando los dos diputados socialistas por Balears en el Congreso se tomen la libertad de voto en contra del mandato de abstenerse fijado por el comité federal.

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Pere Joan Pons y Sofía Hernanz se desmarcarán de la disciplina de grupo y votarán en contra de la investidura de Mariano Rajoy. "No va a ser agradable, pero no va a pasar nada, vamos a seguir juntos en el mismo proyecto", resume un dirigente del PSIB en alusión a la gestora que dirige el partido tras la dimisión forzada de Pedro Sánchez como secretario general.

En el aparato socialista de las islas están convencidos de que no se adoptarán medidas excepcionales contra Pons, Hernanz y todos lo diputados que no secunden la abstención aprobada por el comité federal. "No les van a expulsar y mandarles al grupo mixto, sería el primer caso de la historia", añade la fuente. En todo caso, la indisciplina podría castigarse con una sanción económica.

Los críticos con los oficialistas -entre los que se encuentra la presidenta balear Francina Armengol- calculan que una quincena de los 84 parlamentarios del grupo del PSOE van a votar ´no´ en lugar de abstenerse. Además de los siete diputados del PSC, se sumarán los dos baleares, el ex alcalde donostiarra Odón Elorza, la magistrada Margarita Robles o la excomandante Zaida Cantera.

Cómo queda el partido

Pero más allá de lo que ocurra con los diputados díscolos, al PSIB lo que le preocupa es la configuración del partido después de permitir que el PP y Rajoy sigan gobernando España. La intención de la rama balear del PSOE no es ningún caso ir a un escenario de escisión, como podría ser el desenlace con el PSC. La gestora que preside el asturiano Javier Fernández ha advertido a los socialistas catalanes de que su postura supone una "ruptura unilateral" de su marco de relación desde 1978. Un comunicado tras conocer que no hay vuelta atrás en su ´no´ a Rajoy que algunos han interpretado como la antesala de la salida del PSC de los órganos de dirección conjuntos con el PSOE.

"No estamos en la misma tesitura que los catalanes", explica otro miembro del aparato del PSIB. Admite que votar en contra de la mayoría del grupo parlamentario "no es lo que corresponde con un partido como el nuestro", ya que "si cada uno votara como le diera la gana sería un caos". Ahora bien, recalca, en este caso el desmarque está más que justificado: "No nos pueden pedir que nos abstengamos para que gobierne Rajoy; es muy fuerte, y la militancia no lo entiende", asevera la fuente.

La cúpula del PSIB piensa que se abre una nueva etapa de profundo debate ideológico que deberá dirimirse en el congreso federal en el que se elegirá al sustituto de Sánchez. La intención de los socialistas baleares es seguir defendiendo sus postulados como hasta ahora, sin renunciar a seguir dentro del PSOE. "Es algo que nadie se plantea, es grave lo que va a pasar el sábado, que hagamos presidente a Rajoy, pero los valores y el proyecto que defendemos siguen vivos y hay que seguir trabajando", apuesta un cargo intermedio del PSIB. Otros más conocidos como el conseller insular Cosme Bonet se muestran más beligerantes contra la gestora y cargan contra el abstencionismo en las redes sociales.

Armengol siguió ayer insistiendo en la "abstención técnica" -los 11 diputados que necesita Rajoy- como mal menor. Preguntada en una entrevista en Radiocable, recogida por Europa Press, si cree que habría voluntarios para ejercer esa fórmula, dijo: "¿Si la abstención es tan buena por qué no se prestan ellos para abstenerse?", en un órdago a la gestora.

Armengol afeó a los socialistas que defendieron la abstención en el pasado comité federal su falta de argumentos y de voluntad para mantener su posición, y lamentó que su partido haya quedado "en manos del PP". "Había una opción alternativa que no se ha sabido o querido explorar desde el PSOE", se refirió a un pacto con Podemos.

Para la presidenta, "es un error de presente y futuro, es contravenir nuestra historia e ideología y lo que prometimos a los ciudadanos". "Habrá fuerzas que se encarguen de recordar que gracias al PSOE está Rajoy como presidente de España, y eso nos sitúa en una posición complicada para hacer oposición y tener credibilidad. Por eso nosotros defendemos el 'no' con seguridad, porque lo otro no es entendible", concluyó.