Un estudio encargado por el Centre Balears Europa revela que los efectos de la insularidad han afectado de forma especial a todas las islas del Mediterráneo y su crecimiento económico se está alejando de la media europea. Este estudio fue presentado ayer por el vicepresidente del Govern, Biel Barceló, y la consellera de Presidencia, Pilar Costa. Ambos coincidieron en la necesidad de impulsar políticas públicas para compensar los efectos de la insularidad y para garantizar la cohesión social. Reclaman ayudas compensatorias similares a las que tienen islas periféricas, como es el caso de Canarias.

En este sentido, Costa anunció que el próximo día 21 de noviembre se celebrará en Palma una cumbre con las islas de Córcega y Cerdeña, con los efectos de la insularidad como tema principal.

El estudio pone de manifiesto que ninguna de las islas del Mediterráneo en la actualidad supera la media del Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de la Unión Europea. Asimismo, indica que la crisis económica iniciada en 2008 ha sido más pronunciada en los territorios insulares del Mediterráneo que en el resto de la UE.

En otro apartado, el trabajo recuerda que en el Índice de Competitividad Regional, elaborado por Bruselas, se constata que las regiones insulares son las más retrasadas de sus estados miembros.

Barceló apuntó que "ante esta situación, todas las administraciones tenemos la responsabilidad de poner en marcha nuevas políticas y de adaptar las actuales para mejorar las perspectivas de crecimiento de las islas del Mediterráneo". El vicepresidente apostó por la creación de un "espacio de cooperación transnacional propio y bien dotado para compensar los efectos de la insularidad y garantizar la cohesión territorial, económica y social de nuestras islas".

En la actualidad, la normativa comunitaria impide la cooperación transfronteriza entre regiones que se encuentren separadas por una distancia superior a 150 kilómetros, lo que priva a Balears de poder participar en programas de cooperación con otros territorios que posibilitaría acceder a importantes fondos europeos. "Estamos doblemente penalizados: sufrimos los sobrecostes de la insularidad y no podemos optar a todas a las vías de financiación de Europa", aseveró Barceló. El Govern está impulsando un nuevo espacio de cooperación insular dotado con fondos de la UE.