"No podemos decir que ha sido un mes malo, más bien decepcionante", señala un representante empresarial cuando se le consulta sobre el balance que se puede hacer de un octubre próximo ya a concluir, una tesis que es respaldada desde las patronales de comercio, de restauración y de ocio nocturno.
El argumento para explicar ambas apreciaciones es el mismo: octubre no está siendo un mal mes para los sectores más vinculados al consumo turístico porque sus resultados son casi idénticos a los de 2015, pero resulta decepcionante precisamente por esa misma razón, ante las voces que vaticinaron un tramo final de la temporada con mayor afluencia de visitantes que durante el pasado ejercicio.
Los presidentes de las asociaciones de restauración de Mallorca y de salas de fiestas y discotecas de las islas, Alfonso Robledo y Jesús Sánchez respectivamente, y Pedro Mesquida, miembro de la Ejecutiva de la patronal de comercio Afedeco, coinciden a la hora de situar los ingresos obtenidos por sus respectivos sectores durante octubre en niveles muy similares a los del mismo mes del pasado año, reconociendo que se trata de resultados positivos.
El problema, según señala Mesquida, es que sí se ha detectado una mayor presencia de visitantes, pero sin que ello haya ido acompañado de un alza en el volumen de gasto que realizan. Aunque se apunta una excepción: los clientes de los hoteles boutique del centro de Palma, a los que sí se asigna un apreciable poder adquisitivo.
Según la apreciación de los representantes empresariales consultados, el problema radica en que aunque haya muchos establecimientos de alojamiento que han elevado sus precios tras haberse reformado y elevado su categoría, el poder adquisitivo de los turistas que han acudido a ellos no ha registrado mejoras significativas, de forma que la demanda en los establecimientos antes señalados no ha presentado variaciones sustanciales en relación a las del pasado ejercicio. Esta valoración es compartida también por algunas de las grandes firmas comerciales implantadas en Mallorca.
Se apunta un factor adicional: una meteorología que parece no haber contentado a nadie. En el caso del comercio, se lamenta que las altas temperaturas que se han mantenido durante este mes mantengan frenada la demanda de prendas de abrigo, que son las que llenan los escaparates una vez superadas las rebajas de verano. Esta ausencia de frío se nota especialmente entre la clientela española, sobre la que se advierte que si el buen tiempo se prolonga durante muchas semanas, esperará hasta las rebajas de enero para hacer la reposición de prendas de moda.
Pero esas elevadas temperaturas han ido acompañadas de varios días con lluvias, y aquí el perjudicado ha sido el sector de la restauración según apunta Robledo, al ser jornadas en las que las terrazas de bares y restaurantes se han mantenido casi vacías.
Hay un sector que se apunta como excepción: el de las atracciones turísticas, El presidente de su asociación, Antonio González, sí cree que octubre, además de estar siendo un mes muy bueno, ha superado incluso las expectativas que se habían fijado desde las empresas que representa, aunque achaca este éxito no solo al volumen de visitantes, sino también al trabajo realizado por las compañías del sector para mejorar su comercialización,
Esperanzas en noviembre
Ahora las esperanzas están puestas en noviembre, o al menos en sus primeros días. Según recuerda Mesquida, la entrada en ese mes en 2015 supuso una caída más que notable en el volumen de ventas que se había mantenido hasta ese momento al coincidir con el cierre masivo de establecimientos hoteleros.
La diferencia radica en que para este año se espera que haya un número apreciable de establecimientos de alojamiento que se mantengan en activo al menos durante los primeros diez días, lo que implicaría mantener un buen nivel de consumo, tanto en comercios como en locales de restauración, durante algunas jornadas más que en 2015. En este aspecto, Robledo recuerda que bares y restaurantes de zonas turísticas se mantienen abiertos mientras lo hacen los hoteles.
