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Opinión

Los noes disidentes a Rajoy favorecen al PSOE

El gran error al analizar el comité federal del PSOE consistió en atribuir la victoria de la entrega a Rajoy a una "mayoría abultada". El 139 a 96, después...

Los noes disidentes a Rajoy favorecen al PSOE

El gran error al analizar el comité federal del PSOE consistió en atribuir la victoria de la entrega a Rajoy a una "mayoría abultada". El 139 a 96, después de la presión infernal ejercida sobre los críticos, exterioriza una división alarmante. No se votaba entre dos candidatos internos, sino el mayor viraje ideológico del partido desde la muerte de Franco. Baste recordar la reciente unanimidad cuando los socialistas juraron que no respaldarían ni a Rajoy ni a ningún otro candidato del PP.

Una vez que la ruptura se ha visualizado con escándalo, no tiene sentido camuflarla de una abstención forzosa para catalanes, baleares y disidentes varios. La imagen de unidad socialista ha rodado por los suelos, sacrificada sin complejos por los dirigentes del PSOE que ahora mismo anteponen el apoyo a Rajoy a la supervivencia como partido.

El PSOE maltrecho ha perdido en pugna consigo mismo. Los noes a Rajoy favorecen al partido. El único argumento para prohibirlos no radica en las sanciones que empeoran la imagen autoritaria, sino en la constatación de que un naufragio no mejora aplicando crema solar a las víctimas del hundimiento.

Armengol, Iceta y demás cabecillas de una adhesión amortiguada al PP no predican exactamente la melindrosa abstención técnica. Ofrecen un último clavo ardiendo, al que puedan aferrarse los votantes absolutamente desconcertados por el giro a la derecha. Una cuota simbólica de hostilidad a Rajoy transmite que los socialistas no han enloquecido por completo.

De momento, Armengol y compañía han logrado que Fernández se apee del lenguaje punitivo, para estrenar la palabra "persuasión". Los noes se pierden en el regreso de Rajoy bajo palio socialista, a un hemiciclo preñado de abstenciones. No se trata de preservar un mínimo de dignidad, sino de cálculo.

Los alarmados votantes socialistas tienen derecho a saber si su partido se abstiene del PP o de la realidad entera. Los noes residuales atizan los rescoldos que el PSOE puede reactivar en el futuro. En cambio, la postración absoluta solo conduce a la tranquilidad absoluta del PP.

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