Los dos diputados del PSOE en el Congreso por Balears, Pere Joan Pons y Sofía Hernanz, tienen decidido que votarán ´no´ a la investidura de Mariano Rajoy en la segunda votación de este sábado. Si el anuncio finalmente se plasma en hechos, supondrá un claro desafío a Ferraz y podría acarrearles medidas disciplinarias e incluso la expulsión.

Los dos parlamentarios discrepan de la línea fijada por la gestora que dirige ahora el PSOE y por ello no acatarán la decisión -aprobada por mayoría- del comité federal del domingo, de abstenerse para permitir que el líder del PP siga en la presidencia del Gobierno y evitar las terceras elecciones. La ibicenca Hernanz y el mallorquín Pons están en plena sintonía con la dirección del PSIB y actúan de manera conjunta hasta el momento. Reclaman que la militancia sea la que imponga su criterio.

Pons y Hernanz esgrimirán el reglamento del grupo parlamentario socialista en el Congreso para justificar la ruptura de la disciplina de voto. Según argumentan internamente, el PSOE tiene estipulado que sus diputados y senadores tienen libertad de voto en asuntos controvertidos. Desde Ferraz replican que esta exoneración solo ampara asuntos de moral o éticos, pero desde el PSIB aseguran que es extensiva a más ámbitos. Ponen de ejemplo el caso de Antonio Gutiérrez, ex secretario general de Comisiones Obreras y exdiputado socialista, que votó en contra de la polémica reforma del artículo 135 de la Constitución impulsada por el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero. O el de los diputados de Aragón que recientemente se opusieron al trasvase del Ebro.

Aunque los diputados que se desmarcan del voto de grupo están expuestos a medidas disciplinarias, que van desde una sanción económica al pase al grupo mixto, en el PSIB afirman que hasta ahora nunca se ha expedientado a ningún diputado por este motivo.

Precisamente ayer, el presidente de la gestora, Javier Fernández, aseguró en declaraciones recogidas por Efe que no está pensando en aplicar "medidas punitivas" a los diputados que rompan la disciplina de voto no absteniéndose en la investidura de Rajoy, sino que lo que quiere es "persuadirlos" para que no tomen esa decisión. "Ojalá no tengamos que tomar ninguna", remachó. El jefe de la gestora socialista ha remitido una carta a los 8 secretarios generales díscolos ahora con Ferraz -entre los que se encuentra Francina Armengol- para comunicarles que "no procede" la reunión que le han pedido para revisar la fórmula de la abstención. Fernández les recuerda que el "acuerdo adoptado fue claro" y adquiere total firmeza.

Sofía Hernanz y Pere Joan Pons quieren que la gestora "recapacite" y permita que la abstención que decidió el comité federal el pasado domingo se ejecute por la mínima, con once diputados, de manera que ellos puedan seguir defendiendo el ´no´ que mantiene el PSIB y con el que quieren ser "coherentes". En declaraciones a Europa Press, Hernanz afirma que la posición del PSIB es "unánime" a favor de mantener el rechazo a la investidura de Mariano Rajoy. Y esta es la postura que mantienen los dos diputados baleares, "a la espera" de un "gesto" de Ferraz para evitar la "fractura" que -subraya- existe en el partido. Hernanz pide a la gestora que asuma esta "difícil situación" con "responsabilidad e inteligencia" y evite que todo el grupo parlamentario tenga que pronunciarse por la abstención.

La diputada de Eivissa, que forma parte de la dirección del grupo socialista en el Congreso como secretaria general adjunta y que indicaba a los diputados del PSOE lo que debían votar, insiste en que no es necesario que los 84 diputados socialistas intervengan para que Rajoy sea presidente y, por eso, ha defendido la abstención técnica, de sólo once diputados.

Hasta el último momento

Hernanz dijo ayer que no contempla llegar a la segunda investidura y que no se haya matizado la decisión del comité federal. "Vamos a esperar hasta el último momento que haya un gesto", instó añadiendo que confía en que exista "voluntad de coser", porque sería "muy sencillo" dar un paso que ahorraría "problemas a los diputados" y evitaría que la "fractura" en el PSOE sea "más profunda".

En el pleno de ayer en el Parlament también salió lo que parece el final del Gobierno central en funciones desde el pasado 20 de diciembre. La portavoz del PP, Marga Prohens, en preguntas a Francina Armengol celebró que el PSOE a nivel nacional haya "actuado con altura de miras y haya desbloqueado la situación". En tono irónico, la diputada popular dijo a la presidenta del Govern que a partir del lunes "podremos trabajar juntas en beneficio de los ciudadanos de Balears".

Armengol, que difiere de la posición oficial del PSOE, contestó a Prohens que a su juicio "es una noticia tristísima para los ciudadanos de Balears y para los de toda España" que Mariano Rajoy "sea presidente". La socialista añadió que, por lo que a ella atañe, el PP "seguirá siendo el principal partido de la oposición en Balears".

Prohens se interesaba por la postura de Armengol respecto a la sentencia del Tribunal Constitucional que declara nula la abolición de la tauromaquia en Cataluña y le pidió que retire la normativa balear sobre el mismo tema porque es inconstitucional. "Me parece bien que se quiera declarar en rebeldía dentro de su propio partido, pero no permitiremos que declare al Parlament en rebeldía", recalcó la diputada del PP. "No quiera jugar a ser Puigdemont", espetó a Armengol sobre la negativa del presidente catalán a desobedecer la sentencia.

Por otro lado, la portavoz de Podemos en Balears, Laura Camargo, celebró la postura de Armengol en la crisis del PSOE, aunque añadió que los "socialistas tienen un problema" y no descartó que la abstención del próximo sábado tenga consecuencias para el Pacto: "No sabremos cómo se desarrollará nuestra hoja de ruta".