Los hoteles de Mallorca cobraron los precios más elevados del turismo español en julio, agosto y septiembre. Y aún así los establecimientos de la isla fueron los que más se llenaron, con una ocupación que superó el 90% durante todo el verano. Lo documenta el Instituto Nacional de Estadística, que completó ayer los datos de la temporada del récord de clientes, facturación y saturación con el análisis del mes de septiembre, que fue como los meses anteriores: un éxito. Si cabe, un éxito mayor, explican en el sector, en el que argumentan que julio y agosto se dan por seguros, por lo que la subida de rentabilidad depende sobre todo de cómo vaya el resto de la campaña.

Y no pudo ir mejor, al menos en lo que se refiere a rentabilidad: nunca había cobrado la hotelería mallorquina precios tan altos por habitación en un mes de septiembre. Fueron 94,83 euros, un 9% más. Gracias a ese precio y a la elevadísima ocupación, los ingresos diarios por habitación disponible fueron de 87 euros, la rentabilidad más alto del Mediterráneo y el turismo español, tras dispararse un 16% respecto a septiembre de 2015. Ningún otro destino se atrevió a tanto: Canarias, que con 77 euros de facturación media por habitación disponible y día ocupa el segundo lugar en rentabilidad hoteleros, elevó su lucro un nada desdeñable 6%, avance grueso que se queda escaso ante el 16% de aumento de Balears.

Tampoco Cataluña y Andalucía, que han vivido un verano récord, se acercaron a los precios de Balears, que cobra por noche entre 20 y 25 euros más. Y la clave es justo esa: que los precios más altos de Mallorca no han espantado a los clientes. Ni mucho menos. Como en julio y agosto, la comunidad más cara fue la que más llenó sus hoteles. Y en todos los destinos de Balears, con los de Mallorca como los más destacados. Según documenta el Instituto Nacional de Estadística, la isla vendió durante el mes de septiembre el 92% de las habitaciones de hotel y ocupó el 86% de las plazas. El lugar más repleto de la isla fue Playa de Palma, con un 96% de ocupación, el lleno más rotundo de todo el mapa turístico español. Destacan también Capdepera, con un 95,3% de habitaciones reservadas en septiembre; Muro, con un 95,5%; Sant Llorenç, que superó el 93%, y Alcúdia y Santa Margalida, ambas localidades con un 90% de habitaciones vendidas.

Mallorca, sin rivales

Para que quede claro el éxito de público de Mallorca, un hecho: en el mapa turístico español, solo hay fuera de la isla dos localidades en las que se alcanzó ese 90% de ocupación casi exclusivo de Mallorca. Y no están muy lejos: se trata de Sant Josep (Eivissa) y Benidorm. El resto de competidores mediterráneos vivieron un septiembre feliz para los libros de reservas y las cajas registradoras, pero ni siquiera la Costa del Sol y Barcelona se acercaron a los niveles de ocupación de Mallorca.

Un tercer factor redondea el éxito de septiembre: pese a que la tendencia general (Balears incluida) apunta a una reducción constante de los días que permanecen los turistas en cada destino, los hoteles de las islas sobresalen también en esta faceta, con un tiempo medio de permanencia de cada viajero que dobla la media nacional. También en septiembre, claro: este año, los turistas estuvieron en la isla 6,2 día de promedio, frente a los 3,5 de media nacional, los 3 de Andalucía, los 3,2 de Cataluña o los 3,5 de Andalucía. En el resto de comunidades la estancia fuera aún más fugaz, con la única excepción del otro archipiélago, el canario, que de hecho es el que más tiempo es capaz de retener a los viajeros, 8 días de media, algo también atribuible a la distancia que hay que recorrer para llegar al destino, que anima a alargar el viaje.

Con todo, Balears y Mallorca encara el cierre de la temporada con los deberes hechos. Y resultados inmejorables: el sector turístico sale del verano de la saturación con un nuevo récord de facturación y beneficios.