A partir de los 55 años de edad, el 73% de las personas desarrollan una enfermedad crónica y se calcula que el 68% de los ingresos hospitalarios están relacionados con estas patologías incurables que te acompañarán el resto de tu vida. En estos momentos, el 15% de la población de las islas es mayor de 65 años y se espera que en tres lustros uno de cada cinco baleares hayan superado esa edad. Además, el 5% de los habitantes del archipiélago pueden ser considerados como pacientes crónicos complejos, segmento poblacional que consume hasta el 50% del total de recursos sanitarios.

Todos estas cifras avisan de la necesidad de trabajar desde ya en firme en un cambio del modelo asistencial. Un cambio que, explicó la consellera de Salud, Patricia Gómez, pasa por incorporar las preferencias de estos pacientes, que se sienten más a gusto siendo asistidos en sus domicilios, por crear unidades específicas para ellos en los hospitales de agudos y por diseñarles rutas asistenciales específicas: "No puede ser que una complicación de un paciente mayor con varias patologías entre en el sistema por las urgencias de un hospital", sentenció la consellera.

Y Gómez detalló las medidas que hay que acometer para cambiar el actual modelo asistencial. Colocar a la Atención Primaria como centro del sistema; Mejorar la coordinación entre los hospitales de agudos, los recursos sociosanitarios, los centros de salud y el servicio de emergencias, así como con la conselleria de Serveis Socials, recalcó.

Y para ello es vital contar con más camas de atención a la cronicidad, de cuidados paliativos y de atención a la demencia, patología muy prevalente e invalidante en la vejez, lo que se traduce en una carga para las familias. Algo que también contempla el nuevo modelo asistencial, ofrecer un respiro a los cuidadores.

Así, los pacientes crónicos estarán identificados en sus historias clínicas y cuando requieran alguna prestación sanitaria saltará una alarma para que los profesionales que los atiendan conozcan sus necesidades específicas y les dirijan a los circuitos pertinentes. Y es que uno de los objetivos principales de este proyecto es que los enfermos crónicos sean atendidos en sus domicilios el mayor tiempo posible.

Inca, hospital piloto

Todo este ambicioso plan precisa de nuevas unidades de media estancia en las que se trabaje en la convalecencia, rehabilitación y cuidados paliativos de estos pacientes. El hospital comarcal de Inca ha sido el centro elegido para que, a lo largo del próximo año, ponga en marcha la primera unidad de cronicidad de esta comunidad autónoma.

Estas nuevas unidades estarán formadas por internistas y geriatras, tendrán su propio servicio de farmacia y contarán con una enfermera gestora que actuará de puente con Atención Primaria, con las unidades de media estancia y con los servicios sociales de atención a la dependencia.

El hospital General, escenario ayer de la presentación de este cambio de modelo asistencial será, con sus 98 camas de media estancia, el "buque insignia" de la atención a la cronicidad, proclamó la consellera Gómez, que añadió que este centro pondrá en marcha el próximo año un hospital de día geriátrico en el que se atenderán demencias y que en el Verge de la Salut se han habilitado 25 camas de convalecencia para estos pacientes.

Y a las camas del Joan March (100) y del Sant Joan de Déu (160) hay que sumar las diez plazas concertadas en una residencia de ancianos de Felanitx que serán atendidas por sanitarios para aliviar las necesidades de la comarca de Llevant en cuyo hospital de referencia el 70% de los ingresos son de personas mayores de 65, reveló su gerente Catalina Vadell.

"El cambio de modelo ya está en marcha y es irrenunciable", remachó el director general del IB-Salut, Juli Fuster. Para ello, se está formando a los profesionales de Primaria, de los hospitales y del 061, ya existe un grupo de 30 enfermeras gestoras de casos y en 6 centros de salud ya saltan las alarmas en las historias clínicas cuando estos crónicos requieren asistencia. Una asistencia que se prestará de manera continuada noches, fines de semana y festivos. Porque la atención a la cronicidad ha llegado para quedarse.