El texto que ayer recibió el visto bueno para regular las casas de apuestas deportivas mantiene los requisitos ya adelantados por Diario de Mallorca el pasado mes de julio, como la exigencia de que estos establecimientos deberán estar separados unos de otros por una distancia mínima de 250 metros, con la excepción del municipio de Palma, donde se amplía a los 500 metros. Tampoco podrán estar a menos de 100 metros de centros escolares o zonas de ocio infantil.

Estos locales podrán contar con un máximo de una máquina de apuestas por cada tres metros cuadrados útiles, y deberán disponer de pantallas o paneles electrónicos desde los que se puedan seguir los acontecimientos deportivos sobre los que se juega.