-Imagine que tiene una hija o una sobrina de ocho años que llega del colegio un día con golpes y le dice que varios compañeros la han tirado al suelo y le han dado patadas, ¿cómo reaccionaría?
-Con todos mis respetos para esta familia, yo no reaccionaría igual. Primero hubiera ido al centro de salud para tener un diagnóstico y luego iría a hablar a la escuela, a pedir explicaciones y que los agresores fuesen castigados según el decreto de derechos y deberes del alumnado. Pero no iría a los medios de comunicación y no sacaría su foto en la prensa. Y si después el centro y la escuela hubiesen hecho caso omiso, sí hubiera hecho otras cosas, como ir a Fiscalía de Menores o a los medios, pero no antes. Los inspectores estaban allí a los dos días y yo me reuní con la familia el fin de semana. Así como se han llevado las cosas no ha ayudado a resolver el problema. Respeto lo que ha hecho la familia, pero no lo comparto. El tratamiento mediático tampoco ha ayudado. Aunque también digo esto ahora desde un punto de vista racional, luego a nivel emotivo cada uno reacciona de una manera distinta. No digo que hayamos de invisibilizar el problema, pero creo que hemos de hacerlo visible en los centros y tratarlo en los centros.
-¿Entonces cree que es mejor que las familias no acudan a Fiscalía de Menores a denunciar?
-No todos los casos son de denunciar en Fiscalía. Si judicializamos todo, no saldremos adelante, creo que primero hemos de buscar medidas educativas. Si ves que la situación es más compleja o si hablamos de un nivel determinado de gravedad, de un bullying constante... entonces sí. Siempre hay que tener en cuenta que la clave es la protección a los menores, tanto a la víctima como a los agresores. Estos deben ser castigados, no se ha de relativizar la violencia, pero ha habido gente que ha hablado de ellos como si fueran delincuentes de toda la vida.
-Ha habido castigos, pero trece días después. ¿Puede entender la frustración de la familia? El decreto de derechos y deberes del alumnado contempla la expulsión cautelar mientras se resuelve la instrucción.
-Creo que ya ha habido un castigo social a estos niños y a este centro ¿Por qué hemos tardado tanto en hacer público el informe de Inspección? Ha habido una investigación de Fiscalía y Policía y hemos respetado sus tiempos, y nosotros hemos acabado la nuestra al tener todos los elementos para tomar una decisión lo más objetiva posible, en medio de la presión mediática y social. No podíamos equivocarnos a la hora de tomar decisiones.
-A la familia, y a parte de la opinión pública, le ha escandalizado ver que la niña no iba a escuela mientras los agresores sí.
-Entiendo que hay cosas difíciles de entender. La niña ha dejado de ir por una decisión de la familia. El proceso de investigación de Inspección ha llevado el tiempo que ha llevado. Sin un informe exhaustivo y sin tener todos los datos contrastados no podíamos tomar decisiones ¿Podría haber sido más rápido? Sí, me hubiera gustado, pero no se puede presionar a Inspección. Son profesionales que han hecho su trabajo sin ningún condicionante.
-Los dos niños más mayores de los que participaron, de once y doce años, han sido expulsados cinco días al considerar que al ser los más mayores deberían haber mediado y tratado de detener lo que estaba sucediendo. Los profesores eran las personas más mayores de todo el patio y tampoco lo evitaron.
-A ver, en el patio no existe el riesgo cero. Las cosas pasan de forma inmediata. En las casas también pasan cosas aunque estén los padres ahí. Había dos profesoras. Una buscaba a una niña con síndrome de Down y la otra atendía a otro grupo de alumnos, no se dieron cuenta. No se puede decir que sea un caso de negliglencia. No se puede estar atento a todo lo que sucede en un patio. Hemos recomendado que haya tres profesores en el patio a partir de ahora y la directora me dijo que ahora están casi todos en el patio porque hay una cierta sensación de psicosis de que puedan pasar más cosas. El patio siempre ha sido un escenario de conflictos, y con eso no quiero decir que sean cosas de niños que se deban minimizar, reitero la tolerancia cero a la violencia.
-¿Tampoco es negligencia no haberla llevado al médico después?
-No. Cualquier persona que tenga relación con el mundo educativo sabe que en cuanto pasa algo se llama a la familia y si hace falta se va al centro de salud, es una decisión lógica y habitual, que se hace día a día. En este caso no se constató un daño más allá de unos arañazos y golpes y la niña estuvo dos horas en clase sin manifestar ningún problema, si lo hubiese dicho o alguien hubiera visto que era necesario cualquier persona la hubiera llevado al centro médico. Luego además se ha visto que algunas de las cosas que se dijeron al principio, como que había sufrido un desprendimiento de riñón, no fueron así.
-Se descarta el acoso escolar, ¿es menos grave por ser solo una agresión?
-No es menos grave, es otra cosa y requiere otro tipo de proceso. Lo condenamos igual. El bullying supone una perdurabilidad en el tiempo y una acción de este tipo es algo puntual, aunque esto no quiere decir que no tenga consecuencias. Desde febrero Balears tiene un protocolo contra el acoso escolar y se están formando profesores para cambiar su mirada sobre este tema, que sea una mirada activa. Lleva pocos meses, pero ya se ha detectado un aumento del número de notificaciones de posibles casos de acoso.
-Hay familias que acusan a los centros y a los profesores de taparlo, ¿cree que esto puede suceder por falta de formación o por que se mira a otro lado?
-Las generalizaciones no me gustan ¿Puede haber centros o profesores que miren a otro lado? Es posible, no digo que no, pero esto se ha de constatar. Creo que hay centros que tienen una actitud de vigilancia y saben cómo actuar. Y si se cree que un centro o un profesor no está atendiendo estos caso hay que decirlo, pero no generalizar.
-En campaña electoral el PSOE prometió llegar a invertir un 5% del PIB en educación. Se prometió sin condiciones, pero ahora avisa de que "será difícil" lograrlo si no cambia el modelo de financiación autonómica. ¿Por qué lo prometieron entonces?
-El programa hablaba de un proceso, no decía que era para final de legislatura. El espíritu de la promesa era que que se incrementara progresivamente el presupuesto de forma significativa. Y la realidad es que es así. El año pasado aumentó un 5% y el año que viene volverá a aumentar.
-¿De cuánto será?
-Los presupuestos aún no están cerrados, pero hay un incremento significativo, que va en la buena dirección porque empezamos a dar respuesta a las necesidades del sistema. Si me dieran igual mil y pico de millones me quedaría satisfecho,pero hasta que no tenga esto seguiremos luchando por mejorar el presupuesto. No llegamos al 5% de PIB, es verdad, pero hay que ver si se puede con el modelo de financiación actual. Lo que sí puedo decir es que en dos años el incremento presupuestario en educación habrá sido espectacular en comparación con otras legislaturas. Estoy de acuerdo en que ha de haber incremento de presupuesto, pero también creo que hemos de ser eficientes,a nivel pedagógico, a la hora de gastar los recursos. No todo en educación depende de los recursos.
-Llama la atención que ahora use este argumento.
-Siempre lo he dicho. Para mejorar los resultados los recursos son una condición necesaria, pero no suficiente. Tras los recursos ha de haber proyectos, medidas... Cabe recordar que ya la transferencia de las competencias educativas, que hizo un gobierno del PP, llegó mal dotada. Y lo venimos arrastrando desde entonces.
-¿Cuántos centros educativos nuevos hace falta construir para asumir el disparado crecimiento de la población escolar?
-Es evidente que Balears es ahora una comunidad que, por el éxito turístico, tenemos un nivel de nouvinguts brutal. Históricamente las hemos tenido, casi desde los años 70, cuando se inició el boom. Siempre ha habido inestabilidad en la población escolar. Debemos crear nuevos centros, ampliar otros y reformar varios. El IBISEC [el órgano que se encarga de las infraestructuras educativas] tendrá en 2017 uno de los mejores presupuestos de la historia de la educación de Balears desde que están transferidas las competencias. Más o menos deberíamos hacer una docena de centros y ampliar siete u ocho más. Las Pitiusses es una zona importante y en Menorca también habrá varias actuaciones.
“El instituto de infraestructuras tendrá en 2017 el mejor presupuesto de su historia”
En Mallorca, hay necesidades en Alcúdia, en Campos, donde hay muchos barracones... Hemos comenzado la escuela nueva de Son Macià, que seguramente el curso 2017-2018 se podrá poner en marcha; este mes se licitará el instituto de Santa Maria y hemos de plantear otro centro en Caimari, donde no teníamos solar, en Inca también... Balears es de las pocas comunidades en la que crece la población escolar. Con la matrícula ya cerrada han llegado 1.700 alumnos nouvinguts. Si esto sigue así, el Gobierno central debería darnos un plus ya que estamos haciendo posible el derecho a la educación.
-Quiere firmar un pacto social y político por la educación, pero PP y Ciudadanos ya han expresado sus dudas sobre el texto. ¿Para que sirve un pacto si no lo firman todos?
-Ciudadanos lo ha rechazado, pero el PP vino a la presentación del documento. Yo ahora quiero empezar las reuniones con los grupos parlamentarios para tratar de establecer unos mínimos. No me interesa un pacto que lo firmen solo los partidos de izquierda. Creo que hay cosas en las que puede haber acuerdos. En el tema de la lengua puede haber matices y creo que alguno se abstendrá, pero tenemos ejemplos históricos de que ha habido acuerdos y consenso, como se vio con el Estatut d'Autonomia que reconocía el catalán como lengua oficial junto al castellano; como la ley de Normalización Lingüística o con el Decret de Mínims. Fueron acuerdos que rompió el Govern de Bauza, pero históricamente ha sido objeto de pacto. Creo que hay margen. Me gustaría que el pacto se firmara en 2017.
-¿Cree que aún hay margen para ampliar la oferta de plazas en las oposiciones de 2017?
-Sí, es una cuestión de cómo interpretas la tasa de reposición. La semana que viene tenemos una reunión en Madrid, no es que nos lo vayan a decir ya, pero algo más sabremos. El secretario de Estado de Educación es consciente de que tenemos un 30% de interinos. A final de legislatura nos gustaría que fueran un 15%, lo que parece una cifra razonable.
