­"A veces pienso que la prueba más certera de que existe vida inteligente en el espacio es que nadie todavía haya intentado ponerse en contacto con nosotros", sentencia Calvin, el famoso personaje de la tira cómica Calvin & Hobbes, creada por el dibujante norteamericano Bill Watterson.

Sin embargo, esa incredulidad no siempre fue norma. Desde finales de los setenta y hasta principios de los noventa, y entre el interés de los medios, los incipientes programas de televisión especializados y la sugestión desenfrenada del público, el fenómeno Ovni causó furor en España.

La pequeña pantalla arrastró a millones de espectadores. Y en Mallorca concentró en varias ocasiones a cientos de personas en enclaves de la Serra de Tramuntana en busca de mágicos avistamientos nocturnos, se multiplicaron por doquier los testimonios de fenómenos extraños y se produjo un interés por convertir Balears en la réplica mediterránea del triángulo de las Bermudas. Las islas fueron una fuente inagotable de avistamientos sin explicación, de "triángulos cósmicos" y de "aberraciones magnéticas" sin aclaración posible.

Con el objetivo de poner luz sobre aquellos sucesos, el Ministerio de Defensa desclasificó ayer los expedientes X de la investigación Ovni en España, ochenta informes con 1.900 páginas que recogen avistamientos de objetos voladores no identificados desde 1962 a 1995. Cuatro de los expedientes Ovni corresponden a avistamientos producidos en Balears el 24 de octubre de 1978 en Menorca; el 6 de febrero de 1979 en aguas del archipiélago; el 14 de febrero de 1979 en Andratx; y el 31 de julio de 1972 en Sóller. Los expedientes demuestran que nadie se tomó a broma aquellos episodios, que investigaron la sección de Inteligencia del Estado Mayor del Ejército, el antiguo Ministerio del Aire, la Comandancia de Balears, los tribunales civiles, la subsecretaría de Aviación Civil e incluso el mando aéreo de combate del Ejército del Aire.

Dos ovnis camino a Maó

24 de octubre de 1978. 20.30 horas. El comandante del vuelo Aviaco A0203 se pone en contacto con la torre de control de Maó al iniciar la maniobra de aproximación al aeródromo menorquín. El inquietante motivo de la comunicación: detecta dos aeronaves a su izquierda a una altura no inferior a los 500 pies.

-Comandante: Menorca, A203, por favor, ¿tiene algún tráfico reportable cerca del aeropuerto?

-Torre de control Maó: Negativo.

-Comandante: Entiendo que negativo.

-Torre de control Mao: Negativo, no hay tráfico notificado. De todas formas, si me puede dar información podría notificar a Palma.

-Comandante: Tengo dos tráficos a mi izquierda no muy altos.

-Torre de control Palma: Dime Maó.

-Torre de control Maó: ¿Tenéis tráfico vosotros cerca del aeropuerto?

-Torre de control Palma: No tenemos nada.

-Torre de control Maó: Es que A0203 me acaba de notificar en aproximación larga final, cerca de Maó, que tiene dos tráficos a la vista y no puede ser...¿eh? Y cerca, muy cerca de él, en la zona de aproximación.

-Torre de control Palma: Oye, no sabemos nada. Dile que te diga tipo, lo que sea...está más oscura la noche.

-Torre de control Maó: Acabo de notificar con Palma y ellos tampoco tienen ningún tráfico notificado en esta zona.

-Comandante: Muchas gracias, veo dos tráficos a nivel muy bajo a velocidad tipo nuestro avión al norte de la isla, a unas 15 millas al norte.

-Torre de control Maó: De acuerdo, muchas gracias, daremos conocimiento de lo sucedido, A0203. Yo creo también haber visto hace un minuto dos luces o algo con los prismáticos al norte de la isla, también muy bajo. De todas formas tanto en Palma como en Barcelona no tienen ni idea de lo que pueda ser.

-Comandante: Bueno, muchas gracias, a ver si lo logramos avistar otra vez.

-Torre de control Maó: Seguiré indagando.

-Comandante: Vale, fenómeno, a ver si es un Ovni o dos como mínimo.

-Torre de control Maó: Torre de Control Palma, llamad a Barcelona porque estos objetos o lo que sean están a nivel muy bajo e igual tienen ellos información de algo, o son dos aviones o dos ovnis.

-Torre de control Palma: Me está llamando todo el mundo para saber qué pasa en esa zona. En Barcelona dicen que imposible dos aviones a esa altura, en fin, ridículo.

Tras las declaraciones del piloto y los controladores en la causa judicial, la investigación concluyó que los dos supuestos ovnis menorquines eran en realidad dos cazas reactores en formación y a alta velocidad, aunque el fallo tampoco se expresó con rotundidad ni con las pruebas claras de que los dos aviones militares se encontraban allí.

Luces con reflejos y ecos

El 6 de febrero de 1979, el buque Tamames divisó luces con reflejos amarillo-rojizos y ecos en la pantalla de su radar. Inmediatamente puso proa hacia ese punto por la semejanza de las luces con señales de emergencia de otra embarcación, pero a medida que se acercaba desaparecieron y comenzaron a aparecer en el radar haces que blanqueaban intensamente la pantalla como lo haría una baliza. Tres horas después las señales cesan. Y al día siguiente se observan en la pantalla del radar cantidad de ecos difuminados en la proa y todos ellos alrededor de dos que parecen más grandes que se desplazan a la misma dirección y sentido del buque, pero a menor velocidad para, instantes después, desaparecer y aparecer después por la popa y el través hasta desaparecer.

El almirante jefe del sector naval de Balears informó al Estado Mayor de Inteligencia del Ejército del Aire. Hoy todavía no existe explicación.

Una bola blanca y verde

El 14 de febrero de 1979 el vuelo AF-530 que efectuaba el despegue desde Palma en dirección a Andratx comunicó a la torre de control de Son Sant Joan la observación de "una bola blanca con reflejos verdes, muy brillante", que, por la zona de la Serra, les cruzó por debajo de la aeronave de izquierda a derecha en sentido suroeste-noreste, cuando se establecían en dirección a Reus.

En este caso, el expediente no abundó en el misterio y concluyó que lo que avistó el piloto fue un meteorito.

El "triángulo cósmico"

El último expediente Ovni de Balears desclasificado ayer por el Ministerio de Defensa, de julio de 1992, surge como consecuencia de una publicación de la revista Año Cero, dedicada al esoterismo, el ocultismo, la ufología y la espiritualidad. En un reportaje titulado Misterios del triángulo del silencio (¿Qué está pasando en la zona de Balears?), informa que el jefe de la base aérea del Puig Major, el teniente coronel Pedro Crespí, declaró que había descubierto la existencia de un triángulo cósmico en el que captaron, a través de los radares, objetos que se desplazaban a 540.000 kilómetros por hora. Asimismo, el mencionado artículo también cita al comandante del Ejército del Aire José Luis de los Riscos, que, según la publicación también era uno de los mandos de la base aérea. El Ejército aclara que Crespí nunca fue jefe de la base, sino jefe de comunicaciones y electrónica. Por su parte, De los Riscos estuvo destinado en la base solo como brigada y subteniente. Detalla el Ejército que la narración coincide con otra de 1975 de un controlador, a la que la sección de Inteligencia del Ejército no otorga la mayor credibilidad.