Los favorecedores datos de las listas de espera facilitados el pasado jueves por el Servei de Salut han soliviantado a varios médicos especialistas de Son Llàtzer, que lamentan que los gestores sanitarios solo se preocupen de las primeras consultas mientras que las segundas y sucesivas visitas acumulan retrasos de más de un año, denuncian.
"Cuando ves a un paciente por primera vez y le pides unas pruebas diagnósticas, éstas se realizan en unos dos o tres meses, pero la segunda visita con el médico acumula en ocasiones hasta más de un año de retraso porque nadie actúa contra las listas de espera en estas segundas consultas", se lamenta un especialista de Son Llàtzer, que asegura que estas largas demoras en estas visitas son la tónica en varias especialidades médicas entre las que cita Neurología, Neumología, Cardiología, Traumatología y Digestivo.
"Un paciente que ha sufrido un infarto y el especialista le cita para una revisión anual, llama preocupado cuando se ha cumplido la fecha y en admisión le informan de que hay una elevada lista de espera y que el cardiólogo no le podrá visitar hasta dentro de un año u año y medio, con lo que la revisión anual pasa de tener esta periodicidad a realizarse cada dos años o dos años y medio en el mejor de los casos", explica un médico del hospital que atiende el sector de Migjorn de la isla y que reclama el anonimato para evitar represalias por su disensión.
"Los gestores sanitarios solo dan prioridad a atender cuanto antes las primeras consultas con el especialista mientras que las segundas, mucho más numerosas, parece que no cuentan para ellos", reitera el profesional.
La consecuencia de estas demoras es que crecen las reclamaciones de los pacientes y los profesionales deben dar respuesta a ellas pese a que en realidad opinan que les asiste toda la razón en sus quejas.
Por todo lo expuesto, estos facultativos piden una solución global para las listas de espera, que no solo se aborde el problema de las primeras consultas y las primeras intervenciones quirúrgicas, reclaman al tiempo que recuerdan que el decreto de garantía de demora, que el director general del Servei de Salut, Juli Fuster, se comprometió a reimplantar el próximo año, "solo supone una garantía para las primeras visitas, no resarce a ningún paciente por los retrasos que acumulan en las segundas".
El IB-Salut salió a la paso de estas críticas y su subdirector de Atención Hospitalaria, Paco Morado, recordó que en todas partes las listas de espera se manejan de la misma manera, contabilizando el tiempo de espera en las primeras consultas, y que lo que primero intentan solucionar es el problema de la accesibilidad al sistema sanitario público, que el paciente entre en él. "Pensamos que la angustia de un paciente que todavía no ha sido valorado por el especialista es mayor que uno que ha sido visitado y que sufre un retraso en la segunda consulta", diferenció Morado.
