En 2015, varios apicultores detectaron la presencia en Mallorca de avispa asiática. Una especie depredadora de otros insectos, abejas incluidas, y, por ello, una "especie invasora del peor nivel". Poco más de un año después, los agentes de Medio Ambiente han intervenido un total de 7 nidos. Los expertos celebran que se haya controlado a la especie y que ahora se la conoce mejor. Sin embargo, el trabajo no está acabado: no dan la especie por erradicada y una sola hembra fecundada se basta para un nuevo nido con miles de nuevos individuos.

La Conselleria de Medio Ambiente hizo ayer balance de las actuaciones llevadas a cabo contra la avispa asiática (vespa velutina, en su nombre científico). En total, según informó el conseller del área, Vicenç Vidal, los agentes de su departamento han intervenido en ocho nidos: uno en 2015 y seis en 2016. Todos, localizados en el valle de Sóller, alcanzando también los municipios de Deià y Fornalutx. Los nidos, siguiendo el protocolo marcado, se retiraron, precitaron y congelaron para su posterior estudio en el departamento de Zoología de la Universitat de les Illes Balears (UIB).

Precisamente, el estudio de estos nidos, que miden hasta 70 centímetros y pesan más de 10 kilos y que pueden llegar a albergar hasta 1.000 ejemplares, es lo que ha determinado, que sigue existiendo riesgo de que la avispa asiática se pueda volver a propagar. Según explica la bióloga e investigadora Mar Leza, de los seis primeros nidos no se encontró ninguna hembra, pero en el séptimo se localizó una, lo que significa que pueda haber quedado alguna hembra fecundada que hivernará y que luego puede criar. Y basta una sola avispa para generar un nuevo nido. Por lo que, desde Medio Ambiente, trabajan, con la idea de que el año que viene se vuelva a localizar algún nido.

La avispa asiática mide cerca de tres centímetros, es de color negro con una franja naranja, con los extremos de sus patas de color claro y, lo más preocupante, depredadora. Captura abejas comunes para alimentar a las crías, lo que, según señaló el director general de Espacios Naturales y Biodiversidad, Miquel Mir, una bajada de la población de abejas es "preocupante" para los ecosistemas, ya que se trata de sus polinizadores.

El primer nido, localizado en octubre de 2015, se encontró en el Mirador de ses Barques, en Sóller. El resto, los encontrados en 2016, se hallaron en distintos puntos del valle, con una distribución radial respecto al primero, repartiéndose desde la zona de Cas Xorc (en el municipio de Deià), hasta Monnàber (en Fornalutx).

Colaboración ciudadana

La localización de los nidos se ha hecho mediante sistemas de trampas a partir del cual calcular sus coordenadas y sobre todo y principalmente gracias al aviso de particulares y apicultores que fueron dando avisos a los efectivos de Medio Ambiente. "Ha habido muchas falsas alarmas", admitieron los técnicos de la Conselleria, que, sin embargo, se felicitaron por esa colaboración, como muestra de la concienciación ciudadana del problema de la avispa asiática. Según el director general, Miquel Mir, "ahora toca planificar bien los pasos a dar. No podemos dar la avispa asiática por erradicada, queda camino por hacer".