Diez días después, aún no sabemos qué pasó exactamente en el patio del colegio Anselm Turmeda. Desde Educación se dijo en un principio que no harían declaraciones oficiales hasta que se cerrara la investigación de los inspectores, pero el martes March, muy criticado por su silencio, habló. Y dijo cosas, y aún más cosas dijo sin decir. Y al final dejó más preguntas que respuestas. Este asunto se alarga demasiado y la brecha entre algunas familias y el colegio puede convertirse en una herida que será difícil que cicatrice.
La pérdida de la confianza entre progenitores y profesores puede tener unas consecuencias terribles y lo sucedido el miércoles 5 de octubre ahora ha pasado a leerse en clave 'familia versus colegio/profesores': el peor escenario posible. Ambos grupos deberían remar juntos en la misma dirección, que es el bienestar y la educación de los niños, y la Administración ha de velar y tratar de que así sea. Mediar y actuar rápido (ja feim tard) y atajar según qué situaciones, templando ánimos y exigiendo responsabilidades si así debe hacerse. En este caso, después de más de una semana de foco mediático (de especulaciones, acusaciones y pocos datos contrastados) harán falta medidas extraordinarias para curar las heridas (las físicas y las otras).
Plan de éxito educativo
El conseller anunció el martes que la próxima semana dará a conocer su plan de éxito educativo. No dio muchos detalles, aunque ya hay quien ha levantado la ceja con escepticismo: ¿Será el plan un compendio de medidas ya pactadas o anunciadas? March mencionó aspectos como una reducción de ratios (algo ya acordado y pautado en el Acord Marc) o cambios en la formación docente (algo que ya fue presentado). Esta claro que todo suma y que todo persigue el mismo objetivo final (el éxito educativo) pero confíamos en que el plan incluya más acciones concretas y nuevas y, sobre todo, una memoria económica. Y es que los centros ya saben qué significa la muletilla 'según disponibilidad presupuestaria' .
Los rectores piden que se pague más o menos matrícula según la renta
La Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) presentó el jueves su informe anual La Universidad Española en cifras. Y su presidente, Segundo Píriz, destacó en primer lugar que la universidad española es cara: es la cuarta con los precios de matrícula más altos de Europa. Aunque esa es la media claro, hay unas diferencias muy notables de unas regiones a otras: las elevadas matrículas en Cataluña (2.011 euros de precio medio de un curso de grado) por ejemplo no tienen nada que ver con las que se pagan en Galicia (713 euros) o en Andalucía (757 euros). Las matrículas de Balears se sitúan en medio de la tabla, con un precio promedio de 1.075 euros.
En su informe, la CRUE calcula cuánto esfuerzo deben hacer los habitantes de cada comunidad para estudiar una carrera allí respecto a su renta per càpita. En el archipiélago, con una renta por encima del promedio estatal, el esfuerzo sobre su renta per càpita de cada isleño para pagar la matrícula de la UIB es del 3,4%. Los rectores han planteado que cada alumno pague según su renta, como ya se hace en Cataluña. La propuesta ya ha generado mucho debate.
Seguro de responsabilidad civil
Educación busca seguro de responsabilidad civil para sus docentes, para un periodo de casi 22 meses (desde noviembre hasta agosto de 2018). El presupuesto de licitación es de un máximo de 32.545 euros ¿Le suena a mucho? Piense que afecta a los casi 11.200 profesores de los colegios e institutos públicos, más los que trabajan en conservatorios, ESADIB, centros de adultos, escuelas de idiomas... No son ni dos euros por cabeza.
