Los administradores designados por el juez para que gestionen la quiebra del grupo Orizonia, que arrastra una deuda superior a los 2.000 millones de euros, han presentado una demanda contra el Grupo Barceló. Le reclaman a la empresa turística mallorquina que pague una indemnización de 60 millones de euros, porque entienden que fue irregular la operación por la que se adquirió la compañía aérea y las oficinas de agencias de viaje que gestionaba Orizonia. Los administradores plantean una acción de reintegración, demanda que se verá a partir del próximo lunes en el juzgado de lo mercantil número 1 de Palma. Está previsto que el juicio, en el que estarán presentes los representantes legales de la empresa Barceló se prolongará durante toda la mañana.

El juzgado lleva más de tres años tramitando el concurso de acreedores que tuvo que formular el gigante turístico Orizonia, que tenía en nómina a más de 5.000 empleados. Antes de la declaración de concurso, la empresa traspasó al Grupo Barceló la explotación de la aerolínea Orbest, que contaba con tres aeronaves, y la agencia de viajes Vibo, que disponía de una plantilla de 1.000 trabajadores. Esta operación económica se realizó un mes antes de que Orizonia presentara formalmente su propuesta de liquidación.

Los administradores concursales pretenden convencer al juez de que el Grupo Barceló se aprovechó de la difícil situación económica para quedarse con este activo de Orizonia y que esta operación se realizó a un coste muy por debajo de su valor real. Para justificar esta demanda, los administradores han presentado un informe pericial en el que analizan el volumen de negocio de la compañía aérea y de la agencia de viajes, con más de 150 oficinas, para establecer el valor real de este activo. Los síndicos concluyen que esta operación, al margen de que supuso la salvación de casi mil empleos, ocasionó graves perjuicios económicos al grupo turístico. Por este motivo, ahora se reclama en este juicio estos 60 millones de euros, dinero que serviría para pagar parte de las deudas que arrastra el grupo Orizonia.

El grupo turístico mallorquín ha presentado su oposición a la reclamación de los administradores judiciales y sus abogados intentarán convencer al juez de que rechace la imposición de esta millonaria indemnización.

La empresa Barceló sostendrá que se trató de una operación que también supuso asumir la deuda que arrastraba la compañía aérea y la agencia de viaje, sin olvidar el deseo de salvar el empleo de todos sus trabajadores.

Este juicio es el primero que se celebra sobre la quiebra de Orizonia, pero en ningún caso será el más importante. Los administradores han pedido que se declare la culpabilidad del concurso.