Más de 13,3 millones de españoles, un 28,6 por ciento de la población, están en riesgo de pobreza y exclusión social y, de ellos, 3,5 millones se encuentran en una situación severa con unos ingresos inferiores a los 4.000 euros al año, unos 330 euros al mes.

Según el Indicador de Riesgo de Pobreza y Exclusión Europeo 2015 (Arope) presentado ayer, que recoge datos de 2015, la cifra total se ha reducido en 322.658 personas -un 0,6 por ciento- respecto a 2014, aunque es casi cuatro puntos más alta que la de 2009, cuando estaban en esta situación 11.546.214 españoles.

No obstante, ha subido la tasa de trabajadores pobres, que ha ido ascendiendo del 11,7 por ciento del total de la población activa en 2013, al 14,2 por ciento en 2014 y al 14,8 por ciento el pasado año, debido a la mala calidad del empleo, recalcó el presidente de la Red Europea Contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) en España, Carlos Susías. La desigualdad también aumentó en España, donde el 10 por ciento de los más ricos obtienen una cuarta parte de los ingresos de toda la población, con lo que se coloca en el tercer país europeo, detrás de Rumanía y Serbia, con las diferencias más notables.

El Índice se elabora a partir de tres factores: el umbral de pobreza, situado en ingresos de 8.010 euros al año o 667 euros al mes; la privación material severa, que agrupa a personas que no pueden permitirse al menos cuatro de nueve conceptos de consumo básico, y la baja intensidad de trabajo por hogar. Un 2,2 por ciento de los españoles, algo más de un millón de personas, se encuentran en la peor situación económica y social posible al padecer los tres factores del indicador. Respecto al primero de ellos, 10,4 millones viven bajo el umbral de la pobreza, una cifra menor que la de 2014, cuando fueron el 22,2 por ciento.

Los más castigados fueron los jóvenes de entre 16 y 29 años, cuya tasa pasó del 36,4 por ciento al 38,2 pot ciento; aunque en los menores bajó dos puntos, hasta situarse en el 33,4 por ciento, el riesgo de pobreza y exclusión social sigue afectando a tres de cada diez niños, mientras que los mayores de 65 años son el colectivo con el indicador más bajo (13,7 por ciento).

La mitad de las familias monoparentales con uno o más hijos a su cargo está en riesgo de pobreza y exclusión, mientras que en los hogares con dos adultos esa cifra desciende al 28,5 por ciento.