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Adopciones

Conocer a tus hermanas a los 50

Isabel nació en 1965 en Palma y fue dada en adopción de forma irregular. A raíz de una entrevista publicada en este diario, empezó a investigar. Y ha descubierto sus orígenes

Conocer a tus hermanas a los 50

Su madre murió hace seis años. Isabel no llegó a conocerla. Solo tiene una foto en la que no se ve muy bien el rostro de esa chica alicantina que la dio a luz en el Hospital General de Palma en 1965 y que la entregó, en un proceso dudoso, a un señor valenciano deseoso de tener una hija recién nacida. Isabel no se resigna y se ha convertido en la detective de su pasado. Busca familiares, documentos... Busca su identidad: "Quiero saberlo todo".

De momento, ya ha averiguado que tiene dos hermanas de sangre. Y el pasado febrero se conocieron en Palma tras 50 años sin saber nada las unas de las otras. Ahora se ven cada mes y poco y disfrutan viendo a sus hijos, que estan encantados con sus 'nuevos' primos.

Ella fue criada en Valencia y allí sigue viviendo. Sabe que es adoptada desde los quince años y que en su nacimiento Mallorca tuvo algo que ver. Un día se encontró con una entrevista publicada en este diario en 2012 en la que María Luisa Servera, responsable de adopciones en el Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS), hablaba sobre las presiones que recibían años atrás para que dieran a sus hijos en adopción las madres que llegaban solas. Isabel reaccionó: ese podía ser su caso.

Así que en noviembre de 2014 Isabel viajó a Mallorca y llamó a la puerta de Servera. También se puso en contacto con Paloma Alcahúz, la presidenta de Orígens, la asociación de bebés robado y adopciones irregulares de Mallorca.

Y empezaron a tirar del hilo. Servera vinculó la petición de Isabel con otra que le había llegado en 2010 de una mallorquina nacida en 1966 en el Hospital General y también dada en adopción. Y a base de varias averiguaciones, el IMAS concluyó que efectivamente, eran hermanas y que además, había una tercera, la mayor, nacida en 1964. Las tres se llevan un año escaso y las pruebas de ADN han confirmado que son de la misma madre ¿Comparten padre? Eso no lo saben. Quizás lo averigüen ahora que empiezan a plantearse poner en marcha el proceso para ser declaradas hermanas de forma oficial.

El relato que ha podido construir Isabel sobre su madre empieza en Orihuela. Estaba casada, tenía un hijo (ya fallecido) y trabajaba en el campo, en una finca. Según los datos que ha podido ir recabando, su madre, a la que llamaremos Rosa (las protagonistas de esta historia han pedido preservar su intimidad y la de su progenitora) tenía una relación conflictiva con su marido, que finalmente la echó de casa. Rosa volvió a vivir con sus padres y sus dos hermanos, quienes al parecer "le hacían la vida imposible".

Isabel no sabe si Rosa estaba embarazada ya cuando su marido la repudió. Tampoco sabe quién es el padre de esa criatura (su hermana mayor). Deduce que cuando se enteró de su estado, alguien le aconsejó que fuera a Mallorca. Sabe que Rosa estuvo viviendo en al menos dos pensiones y que trabajó en el Hospital General, limpiando. En aquella época era habitual que madres solas que querían ocultar su embarazo llegaran al hospital meses antes del alumbramiento y que trabajaran allí. Ése podría ser el caso de Rosa, que podría haber procedido así en los tres embarazos, volviendo a Valencia tras entregar a cada uno de los bebés.

Hasta 1987 las mujeres que daban a luz en el General tenían derecho a no identificarse. Su nombre no aparecía en el registro civil, pero sí en el libro de partos, lo que ha sido clave para conectar a estas hermanas. Además del nombre de su madre, otro se repite en los tres casos: el del cura de la Llar de la Infància.

Isabel nunca obtuvo mucha información de sus padres adoptivos, que se divorciaron cuando tenía tres años. Su madre falleció hace años y de su padre, con quien tiene una relación difícil, nunca ha logrado muchas respuestas: "No me quiso contar nada, me dijo que podía ir a la cárcel; un día me llegó a decir que le había costado un millón de pesetas", apunta, "otro día, que mi madre se murió en el parto; otro que se quedó embarazada de un marinero...".

Así como sus dos hermanas fueron adoptadas por un proceso regular, todo apunta a que el suyo no lo fue, ya que hay varios documentos contradictorios y con datos falsos. Así como en la partida de nacimiento de sus hermanas figura que fueron dadas en adopción, según la suya ella fue dada a luz por su madre adoptiva en su casa de Valencia. Isabel sospecha que cuando acababa de nacer, una amiga de la familia que vivía en la isla y que hizo de intermediaria avisó a su padre de que podía venir a buscarla. Sabe además que antes de que se la llevaran a Valencia, pasó unos cuantos días ingresada en una clínica privada de Palma: "Mi padre estaba obsesionado con que estuviera sana".

"Solo quiero saber la verdad"

A Isabel le sabe muy mal no haber podido llegar a hablar con su madre: "Ella me contaría su verdad". No le guarda rencor, solo quiere saber: "Me hubiera gustado poderle preguntar si de verdad nos dio en adopción de forma voluntaria, saber su verdad". Para ella es muy importante conocer sus auténticas raíces y poder cerrar heridas y comprender mejor su biografía. Asegura que siempre ha sentido que no encajaba en su familia y que eso contribuyó a que tuviera una adolescencia especialmente complicada.

A pesar de que su madre biológica ya no podrá contestar a sus preguntas, Isabel sigue llamando a todas las puertas que puede, aunque la mayoría "están cerradas". Muchos no quieren remover un pasado en el que hubo muchas mentiras. Ahora quiere ir a Madrid, a la residencia donde su madre pasó sus últimos años, con la esperanza de que antes de morir Rosa le hubiera contado a alguna compañera de allí su verdadera historia: "Es parte de mi identidad".

* Hoy Isabel tiene 51 años. Desde los 15, sabe que es adoptada y en los últimos dos años ha averiguado mucho sobre sus orígenes y ha encontrado a dos hermanas. El pasado jueves el Parlament aprobó una proposición no de ley del PSIB para mejorar la atención y protección de posibles 'bebés robados' o personas que fueron dadas en adopción de forma irregular.

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