Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Juan Carlos Ureta: "Yo invertiría en Balears sin dudar, pero miraría su riesgo de morir de éxito"

Juan Carlos Ureta advierte de que la volatilidad en las Bolsas seguirá aumentando. G. Bosch

Su conferencia lleva el título Invertir y rentabilizar el patrimonio en un escenario de interés negativo. ¿Debemos añadir y de enorme volatilidad?

Nos encontramos en un periodo, que se inicia en el verano de 2015, en el que se han agotado las políticas monetarias no convencionales, y sin embargo la realidad es que los bancos centrales no son capaces de normalizar esa política monetaria. La reserva federal norteamericana necesitaría empezar a subir los tipos y quitar liquidez del mercado pero no puede hacerlo porque eso genera no solo una turbulencia en Estados Unidos, sino también en otras zonas. Toda esa tensión es lo que está generando volatilidad. Lo vimos en agosto de 2015 con el yuan chino, en enero de este año con el añadido de la banca italiana y lo volvimos a ver con el Brexit. La volatilidad deriva también de todo ese escenario de intervención tan fuerte que han hecho los bancos centrales. Cuando se intentan poner corsés al mercado, el mercado sale por otro lado. Hemos de acostumbrarnos a gestionar inversiones y ahorro en una etapa de creciente volatilidad.

¿Cuánto tiempo vamos a vivir esta situación?

Los tipos nominales negativos suponen una anomalía financiera de tal calibre que creo que no pueden durar mucho tiempo sin generar problemas muy graves. Que en España tengamos más de 100.000 millones de deuda pública en tipos negativos, y en el mundo más de 12 trillones de dólares emitidos en tipo negativo es muy anómalo. Sin embargo, los tipos bajos sí van a durar más tiempo, entendidos como próximos a cero pero positivos, porque no solo derivan de la política monetaria, sino de otros factores como la longevidad de la población, o el exceso de ahorro sobre consumo y sobre inversiones disponibles. Pero estamos en una situación en la que hay tal intervención de los mercados monetarios y de crédito que cualquier cosa puede pasar.

Pero la volatilidad en las bolsas viene para quedarse.

Viene para quedarse porque hemos venido de una fase en la que era anormalmente baja. Va a permanecer y va a crecer. Estamos en un momento en el que los tipos negativos son insostenibles, y quitarlos va a provocar volatilidad. Además, el exceso de dinero con tipos tan bajos ha generado una mala asignación de recursos, y tenemos todavía balances bancarios con problemas junto a otros sanos, tenemos compañías zombies que han pervivido solo por el dinero barato. Todo eso se tiene que limpiar.

¿Dónde se mete el dinero en este contexto?

Son mucho más peligrosos para el ahorrador los momentos de falsa euforia, como fue la época de 2005 a 2007, que los actuales. Porque ahora hay oportunidades de comprar buenos activos a buenos precios. La volatilidad genera una alerta en el inversor que es buena. El mercado de inversión tiene por un lado el beneficio y por el otro el riesgo, y hemos de ser conscientes de que hay que gestionar ese riesgo y recibir un precio por él.

¿El miedo al riesgo está desviando otra vez el ahorro hacia la adquisición de inmuebles pese a lo que eso supone de falta de liquidez?

Los riesgos son muy variados, y en el caso del sector inmobiliario está esa falta de liquidez. Esta bien invertir una parte del patrimonio en inmuebles, aunque en España ya es excesiva, pero otra parte tiene que estar en activos líquidos para poder disponer del dinero cuando hace falta Y si se vuelve a los precios irracionales por una vivienda, hay que decirle al inversor que meterse en esa situación de euforia es un error.

Tiene ante usted a un inversor de 35 años, a otro de 50 y a otro de 65. ¿Qué les recomienda?.

A los 35 años, el componente de acciones debe de ser importante, no menos de un tercio o la mitad de su ahorro. En Europa tenemos muy buenas compañías que se han quedado infravaloradas. También recomendaría que tuviera una cartera de renta fija corporativa, y en liquidez pura y dura entre un 10% y un 15% máximo. A los 50 años, algo menos de acciones, pero lo mismo en bonos corporativos y el resto en liquidez. A los 65 años el perfil debe de ser más conservador. Pero más importante que la edad es el perfil de cada uno, de forma que no duerma mal por cómo ha colocado sus ahorros.

¿Todavía hay que huir de las empresas del Ibex 35?

No. Latinoamérica, que es la principal zona de expansión internacional del Ibex 35, tiene hoy mucho atractivo y vuelve a estar sobre la mesa como alternativa seria de inversión. En el Ibex hay cosas muy atractivas, es cuestión de precio y calidad de empresas. Por ejemplo, esta Inditex, de extraordinaria calidad aunque esta muy cara, y otras también de muy buena calidad que están en precio como Telefónica o Merlin Properties. También Meliá Hotels, que se ha quedado en un precio atractivo.

¿La inestabilidad política afecta o los mercados ya la han amortizado?

En el mundo de la inversión está el cajón de las buenas noticias y el de las malas. En el mundo, tenemos tres grandes factores positivos. Uno es la clase media emergente, que durante los próximos años va a crecer de manera sensible, y eso es una oportunidad para las empresas que sepan abordar estos mercados; el segundo es la transformación digital, que va a generar mucha productividad en muchos sectores; y el tercero es la longevidad y la calidad de vida, lo que supone más consumo. Estos factores positivos son muy potentes. También los hay negativos, como la inestabilidad política y las políticas monetarias no convencionales.

¿Si Balears estuviera en el Ibex, usted invertiría en las islas?

Sin duda, porque todos los factores positivos que he enumerado antes son buenos para Balears. La longevidad, sin ninguna duda, ya muchas familias quieren pasar sus años de jubilación en las islas. La clase media emergente supone que en el futuro más gente se peleará por venir y se alojarán en hoteles del archipiélago. Y la economía digital también ayudará a la sostenibilidad del modelo turístico. Si fuera a invertir en Balears S.A. lo que miraría es el riesgo de que su modelo sea sostenible, de morir de éxito. También su precio, aunque ahora está en un nivel correcto.

Compartir el artículo

stats