Tan solo cuatro de cada diez pacientes de las islas susceptibles de recibir cuidados paliativos, una atención que no busca la curación sino facilitar una muerta digna y sin dolor, efectivamente los reciben. Este demoledor porcentaje se agrava al saber que entre un 35% y un 45% de los enfermos ingresados en los hospitales de agudos deberían ser tratados de acorde a este modelo.

Estos datos son facilitados por el doctor Enric Benito, coordinador de la estrategia de cuidados paliativos de esta comunidad autónoma, con motivo del Día Mundial de esta modalidad asistencial que se celebra mañana, sábado.

El doctor Benito, que lleva más de veinte años dedicado a estos menesteres y que precisamente hoy cuelga la bata con motivo de su jubilación, asegura que "hemos crecido bastante, sobre todo en estos últimos cinco años".

Este especialista se retrotrae al año 2011 cuando un Consejo Interterritorial de Salud decidió dotar de fondos y recursos económicos a todas las comunidades autónomas para que éstas pusieran en marcha programas específicos de cuidados paliativos.

El programa balear, elaborado tras múltiples reuniones en las que se escuchó las opiniones de hasta 150 profesionales sanitarios de diferentes especialidades, se presentó en junio del año 2013 con un horizonte de actuaciones que concluye este 2016.

Unidad para niños

"¿Qué hemos hecho en estos tres años? Hemos creado una unidad de cuidados paliativos pediátricos en Son Espases, de referencia para toda la comunidad autónoma, que está formada por dos pediatras, dos enfermeras y una psicóloga", comienza su enumeración el doctor Benito. "La gente tiene derecho, si así lo desea, a morirse en su casa", subraya. Para ello se han incrementado en dos, hasta siete, los Equipos de Soporte de Atención Domiciliaria (ESAD) que trabajan en estrecha colaboración con los centros de salud de Mallorca.

"Asimismo, hemos formado a un médico y a una enfermera en todos los centros de salud de Menorca y Eivissa y en el 70% de los de Mallorca para que se puedan hacer cargo de este tipo de enfermos en sus domicilios", explica Enric Benito.

Cuando la situación de estos pacientes se complica y les resulta inmanejable a estos profesionales de Primaria, entran en acción los ESAD. "Cada equipo está formado por un médico, una enfermera y un vehículo y ahora, en los 7 ESAD contamos con siete facultativos, siete enfermeras y un psicólogo y un administrativo para atender los casos de toda Mallorca", se ufana el coordinador de la estrategia balear del incremento registrado. En Menorca y Eivissa existen dos equipos ESAD para cada isla, añade.

La memoria de estos equipos correspondiente a 2015 revela que atendieron a 1.052 personas con una edad media de 75,6 años. De ellos, siete de cada diez de los pacientes atendidos en Palma fallecieron en hospitales mientras que los tres restantes lo hicieron en sus domicilios. En la part forana la muerte sigue siendo un episodio más íntimo y personal ya que el 45% de los pacientes asistidos en los pueblos fallecieron en sus casas. Sobre el diagnóstico de las personas asistidas, el 82% de ellas padecían enfermedades oncológicas y el 18% otras.

Este último dato demuestra, en opinión de Enric Benito, que existe un amplio margen de mejora: "Los oncólogos conocen bien los beneficios de los cuidados paliativos para sus pacientes y los derivan bien a nuestros recursos, pero sabemos que por cada enfermos oncológico que atendemos hay otros tres que fallecen de otras patologías (respiratorias, cardiacas, insuficiencias renales, enfermedades neurológicas) que también podrían beneficiarse de nuestros cuidados y hoy por hoy no lo hacen".

Sesenta camas

Cuando la complejidad de la patología/s del paciente desborda la capacidad de estos equipos domiciliarios, queda el recurso de las unidades de cuidados paliativos existentes en Joan March y el Hospital General que se han visto ampliadas con la del Sant Joan de Déu. El coordinador autonómico revela que cada una de estas unidades dispone de 20 camas para enfermos de estas características.

Uno de los grandes problemas de los cuidados paliativos de esta comunidad es identificar a los pacientes de esta tipología que están ingresados y siendo tratados en los hospitales de agudos. El doctor Benito calcula que serán entre el 35% y el 45% de los enfermos hospitalizados en estos centros: "Se trata de enfermos crónicos, ancianos y con varias patologías que deberían ser tratados con un modelo que no busque la curación".

En estos momentos, tan solo los hospitales de Manacor y Son Llàtzer cuentan con equipos de valoración de estos pacientes. "Estos equipos están formados por un médico y una enfermera que han realizado algún máster en paliativos, la máxima formación de nuestro país en el que no existe aún esta especialidad médica", lamenta el coordinador.

Con todos los recursos enumerados y echando la vista atrás, Balears se encuentra en una situación bastante mejor que en 2013, cuando se puso en marcha el programa. En cuando a recursos, a las islas solo le superan las comunidades de Cataluña, Andalucía, Extremadura y Madrid. La pregunta que subyace es, ¿por qué entonces tan solo cuatro de cada diez pacientes terminales se acogen a estos cuidados? Y el doctor Benito responde con una explicación muy simple: "El miedo a la muerte nos bloquea a la hora de solicitar una atención más personalizada".