El PSOE de Balears formalizó ayer su posicionamiento en la crisis del partido a nivel nacional. Reiteró la postura que ha venido defendiendo su líder y presidenta del Govern, Francina Armengol: que debe haber un congreso federal en el que la militancia decida el futuro del partido, tal y como defiende el todavía secretario general Pedro Sánchez, y donde se debata sobre si los socialistas deben facilitar un Gobierno del PP, extremo al que se opone la formación en el archipiélago. Lo hizo después de un discurso de Armengol, en el que la presidenta balear habló claro: "Hay gente en el PSOE que cree que es mejor que gobierne el PP", afirmó la líder socialista, para pedir a los suyos "seguir defendiendo un no rotundo a un Gobierno de Rajoy".

En el marco del Consell Polític del PSIB, la presidenta de los socialistas de Balears dobló su apuesta por Pedro Sánchez. Empezó su intervención pidiendo "disculpas" por "un espectáculo que no está a la altura ni de los militantes, ni de los votantes, ni de un partido con 137 años de historia". A partir de ahí, Armengol no dudó en apuntar a los críticos del PSOE y en responder veladamente a la presidenta de Andalucía y líder de los críticos, Susana Díaz. "Con 85 diputados en el Congreso, aunque no son los que a mi me gustaría, sí que se puede gobernar España", explicó Armengol, en contraposición a las palabras de la baronesa andaluza, que aseguró que "con 85 diputados no se puede gobernar". "Con 85 diputados se puede gobernar siempre que puedas aunar una mayoría", insistió la balear.

Armengol cuestionó a los críticos del PSOE cuestionó a los críticos del PSOEen varias ocasiones en su discurso ante el Consell Polític. "Aunque no estén de acuerdo con la línea de la Ejecutiva, no puedo entender que 17 compañeros quieran echar por suelo lo que decidieron miles y miles de militantes", censuró la presidenta. Por otra parte, la líder de los socialistas en el archipiélago tildó de "insolidario" el hecho de "criticar a un compañero que haga algo que yo hago en mi casa", en clara alusión a los presidentes autonómicos del PSOE que se oponen a un acuerdo con Podemos en el Congreso pese a gobernar con la formación de Pablo Iglesias en sus autonomías, como los casos de Javier Lambán en Aragón o Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha. "Yo gobierno sin ser la fuerza más votada y he de ser coherente", confesó Armengol ante los asistentes al Consell Polític.

"Os pido una cosa: que sigamos defendiendo un no rotundo a un gobierno de Rajoy", pidió la presidenta a los suyos. "No quiero hablar de conversaciones ni de reuniones internas de dirigentes del PSOE, pero os tengo que decir que hay gente del PSOE que cree que lo mejor es que gobierne la derecha, quien quiere un Gobierno del PP", expuso Armengol.

Con todo, la líder del PSIB defendió que "somos todos necesarios: desde Susana Díaz hasta Pedro Sánchez, pasando por García-Page, el compañero Iceta o yo misma. La línea política la decidimos entre todos". Por todo ello, la presidenta balear defendió que "visto lo visto, debe decidir la militancia. Hay que ser valientes y generosos para que sean los militantes del partido quienes decidan hacia donde queremos ir". "Es la única solución viable", opinó.

Pendientes de novedades

Por ello, y tras casi dos horas de Consell Polític, el PSIB acordó que sus representantes en el Comité Federal del partido que se celebrará hoy en Madrid reclamen "la inmediata convocatoria de un Congreso Federal Extraordinario" y "abrir un debate interno sobre si el PSOE ha de facilitar con su voto o abstención un Gobierno de derechas liderado por el PP".

Armengol aseguró que "si se va a un Congreso, que espero que sí, pediré a quienes se presenten qué quieren votar y qué quieren hacer en una investidura". Precisamente, esa duda sobre si habrá Congreso o no, no fue abordada en el Consell Polític. Al ser pedido por la hoja de ruta del PSIB si finalmente no hay votación de la militancia, el portavoz de la formación, Francesc Miralles, que dio cuenta de los acuerdos, aseguró "no estar en esta situación" y explicó que "ante cualquier novedad se hace difícil de decir qué puede pasar".

Precisamente, según Miralles, si bien no hubo "ninguna manifestación clara contraria" a la línea del PSIB en el Consell Polític sí se expresaron varias "dudas" sobre ella.