El establecimiento de un techo turístico volvió ayer a enfrentar en el Parlament a los partidos del Pacto en las propuestas de resolución derivadas del debate de política general del Govern celebrado la pasada semana. Podemos vió cómo su propuesta con la que pedía que el Parlament constatara "la necesidad de poner un freno a la saturación turística que padece Balears transformando el modelo de crecimiento económico y el modelo de crecimiento turístico" lograba el apoyo de Més, pero no el del PSOE. La propuesta fue rechazada con los votos de los socialistas y los partidos de la oposición.

El voto de Més no quedó claro hasta el final, a la espera de que Podemos se pronunciara sobre la transacción que le propuso el PSOE, consistente en suavizar los términos eliminando la expresión "freno a la saturación turística", de tal modo que el texto se planteara en términos de apuesta por la diversificación del modelo económico y productivo para reducir el peso del "monocultivo turístico" y su "impacto medioambiental", según expuso el socialista Jaume Garau.

El secretario general de Podemos, Alberto Jarabo, rechazó esta propuesta. Poco antes, la portavoz parlamentaria del partido, Laura Camargo, había emplazado a Més, en declaraciones en los pasillos del Parlament, a respaldar la postura de Podemos en este asunto, como al final ocurrió.

El límite al turismo fue uno de los asuntos que protagonizó el discurso sobre política general de la presidenta Francina Armengol la pasada semana. En su intervención, Armengol abogó por no poner límites y apostar en su lugar por medidas para "corregir excesos", a la vez que advirtió a Més y Podemos del riesgo de "adoptar decisiones estructurales basándose en una situación que tiene una importante carga coyuntural".

En sus propuestas de resolución, Més fue menos contundente que Podemos en esta cuestión, aunque sí planteó que en las modificación previstas para la Ley de Turismo balear se incluya una revisión del sistema de intercambio de plazas "para hacer efectivo este principio", propuesta que sí contó con el apoyo de PSOE y Més.

La saturación turística no fue la unica cuestión en la que se constataron las diferencias entre los partidos del Pacto. Así, la propuesta de Podemos de instar al Govern a "subir gradualmente el presupuesto de educación hasta llegar a la media estatal, aspirando a alcanzar el 7% del PIB a largo plazo y a eliminar progresivamente los conciertos de educación no concertada" fue rechazada por PSOE y Més, ademas de la oposición, al incluir la desaparición de los conciertos educativos. "Nos faltan datos para plantear ahora una medida así", argumentó Margalida Capellà, de Més, quien puso como ejemplo que en educación infantil sería "un caos". Lo que sí apoyaron PSOE y Més fue la propuesta de mejorar el presupuesto en educación y de "dar cumplimiento al acuerdo de destinar un 30% de las posibles mejoras de financiación al presupuesto de Educación".

El PSOE tampoco apoyó la propuesta de Podemos de crear más impuestos medioambientales, que respaldó Més per Mallorca aunque no Més per Menorca. En cambio, el Pacto sí aprobó la de Més de estudiar para el próximo año "nuevas medidas de fiscalidad medioambiental para las actividades que más contaminen", una idea similar a la de Podemos aunque menos contundente en su formulación.

Las propuestas de Més fueron respaldadas en su totalidad por los tres partidos del Pacto, que también respaldaron la mayoría de las 30 de Podemos. De las 38 presentadas por los socialistas, que tuvieron el respaldo de Més en su totalidad, Podemos se desmarcó en dos, en las que se abstuvo. Se trataba de las que resaltaban un reconocimiento al "esfuerzo del Govern" contra la violencia de género y la que celebraba la elaboración de un Plan de Infraestructuras. El partido morado consideró que el Govern no había actuado lo suficiente en ambas cuestiones como para calificar su actuación en términos tan elogiosos. El resto de las propuestas del PSOE fueron aprobadas con el apoyo del todo el Pacto, incluyendo la que insta al Govern a presentar el proyecto para consensuar el plan director de Son Dureta como espacio sociosanitario, a pesar de las críticas de Més porque Armengol anunciara esta medida sin acordarla previamente con sus socios.

El Pacto también se puso de acuerdo para rechazar la mayor parte de las propuestas de PP y Ciudadanos, mientras que las de El Pi suscitaron un mayor respaldo entre los socios del Pacto. Entre las del PP se encontraba la que pedía más explicaciones sobre el patrimonio de Armengol y sobre los fondos que "recibe y ha recibido" el dirigente de Podemos Daniel Bachiller, que fue rechazada. La que sí salió adelante fue la de El Pi por la que se pedía un incremento presupuestario para el Idispa, cuyos trabajadores denunciaron el especial trato que recibía el laboratorio de Bachiller.