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UGT y CC OO

"Los empresarios se pueden ir atando los machos"

Los sindicatos anuncian que la prioridad en los próximos convenios será la subida salarial y reducir las cargas de trabajo

El expresidente hotelero Aurelio Vázquez entre Díez y Copete tras firmar el convenio en 2014. I. González

"Los empresarios se pueden ir atando los machos", afirma el secretario general de CCOO-Hostelería, Ginés Díez, en referencia a la negociación que se va a poner en marcha en 2018 para el convenio colectivo del sector más importante de Balears, en el que se regulan las relaciones laborales de más de 100.000 asalariados de las islas durante los meses punta en actividades como la hotelera, la restauración y los establecimientos de ocio nocturno.

Porque tanto él como su homólogo en UGT, Antonio Copete, destacan que dos van a ser los objetivos prioritarios de la negociación colectiva a partir de este momento: obtener importantes incrementos en las retribuciones de los asalariados y recortar sustancialmente unas cargas de trabajo que, en su opinión, están siendo desproporcionadas y que afectan muy especialmente a colectivos como las camareras de piso de los hoteles.

En la hostelería hay una advertencia adicional: el aumento salarial que se va a reclamar en 2018 será superior al que se está demandando en estos momentos para el comercio, de un 3% anual, y ello bajo la amenaza de convocar movilizaciones en una industria muy sensible a la conflictividad laboral, como es la turística.

Porque la tesis de los sindicatos es que quedan por delante varios años de fuertes ingresos en estas empresas debido a los problemas que registran otras zonas competidoras, como las del norte de Africa, sin que tengan visos de solventarse a corto plazo.

Esta misma teoría es defendida para el transporte por CCOO, aunque en este caso la negociación no se pondrá en marcha hasta 2019.

En cualquier caso, las dos responsables de Acción Sindical de UGT y CCOO en las islas, Ana Landero y Carmen Díaz de la Jara respectivamente, respaldan esas afirmaciones, y aseguran que la recuperación salarial pasa a ser prioritaria en la negociación de los nuevos convenios tras muchos años de moderación derivados de la situación de crisis que se ha estado viviendo.

Salarios inferiores a los de 2012

El Instituto Nacional de Estadística (INE) respalda el argumento sindical: la crisis se ha combatido en buena medida a costa de las retribuciones de los asalariados.

En el segundo trimestre de 2008, momento en el que iba a estallar la crisis, el salario total bruto (en el que se incorporan las horas extras) de un empleado balear se situaba en los 1.607 euros mensuales (si alguien quiere comparar esa cifra con el montante limpio de lo que percibe, debe tener en cuenta que Hacienda se lleva una parte de esa cantidad a través de las retenciones).

Durante el segundo trimestre de 2009, 2010 y 2011, esa cantidad aparece congelada en unos 1.761 euros brutos, para aumentar ligeramente en 2012, con 1.767 euros.

Un dato a tener en cuenta: durante los primeros años de la crisis, la destrucción de empleo se cebó en los contratos temporales y en los de la construcción, habitualmente los más bajos. Eso hace que ese mantenimiento de los salarios durante esos ejercicios fuera solo aparente, ya que la media se estimó sobre las retribuciones más altas que quedaron en pie. Por ello, algunos economistas apuntan que durante esos años sí comenzaron a darse algunas bajadas individuales.

Pero llegó la reforma laboral aprobada por el PP en 2012 que permitía a las empresas ajustar a la baja los sueldos, y eso quedó reflejado en los salarios medios de los isleños del segundo trimestre de 2013, que bajaron ya hasta los 1.736 euros brutos mensuales de media, para alcanzar su punto más bajo en 2014, con 1.715 euros. En 2016 está cifra se ha elevado hasta los 1.737 euros brutos, un montante que se sitúa todavía por debajo del de 2009, cuando la crisis comenzó a golpear con enorme dureza la actividad económica.

De nuevo hay que recordar que estas cifra incorporan las horas extras, ya que el salario ordinario, que no incluye esos complementos se ha situado este año en 1.501 euros brutos.

Un dato a destacar es que el ajuste más duro aparece todavía en el sector que más beneficios está obteniendo durante los últimos años, como son los servicios (en los que se incluye la actividad turística). En este caso, la retribución media durante el segundo trimestre de este año se cifra en 1.735 euros brutos al mes, según el INE, cuento en ese mismo periodo de 2009 era de 1.782 euros.

La industria también presenta un recorte, ya que actualmente su coste salarial por trabajador es de 1.817 euros, cuando en 2009 se situaba en 1.840. Por contra, la construcción muestra un aumento, con 1.698 euros este año frente a los 1.576 de 2009.

Frente a lo expuesto, fuentes empresariales apuntan un matiz: si bien la recuperación de la economía no se hace tan evidente en los salarios, sí se percibe en las contrataciones, y se alega que la prioridad ha sido reforzar plantillas antes que mejorar los sueldos.

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