Las 691 inspecciones realizadas en la red viaria mallorquina entre mayo y agosto para hacer frente al intrusismo en el sector del transporte se han saldado con 29 expedientes sancionadores. En Eivissa, con un número similar de vehículos revisados, el resultado ha duplicado al de Mallorca, con 61 infracciones detectadas. La campaña de lucha contra los transportistas piratas ha registrado un resultado muy inferior al esperado por el sector, desde el que se afirma que en ocasiones se ha pecado de una selección poco adecuada de los puntos que se debían de vigilar.

Los transportistas, y muy especialmente los taxistas, llevaban años denunciando la presencia de vehículos piratas que asumían servicios de traslado de turistas para los que no están autorizados, e incluso una de las patronales del sector (la de autónomos del taxi) llegó a contratar los servicios de un detective privado para detectar estos casos de intrusismo en el aeropuerto.

El cúmulo de quejas sobre la actividad de los 'taxis piratas' y similares llevó a la conselleria de Territorio y Movilidad a poner en marcha a mediados de mayo una campaña de controles para luchar contra esas prácticas, que inicialmente debía de concluir a finales de junio pero que finalmente se acordó mantener hasta agosto en Eivissa, y que en Mallorca va a continuar hasta el cierre de septiembre. Las zonas a vigilar incluían a Palma, Calvià, Manacor, Inca, Llucmajor, Valldemossa, Felanitx, ses Salines, Artà, Andratx, Pollença, Capdepera, Santa Margalida, Sóller, Alcúdia, Santanyí, Sant Llorenç, Son Servera, Muro y Campos, por lo que a Mallorca se refiere.

Durante los primeros tres meses y medio de vigilancia, el resultado ha sido el de más de 1.300 vehículos revisados por el personal de la Conselleria, Guardia Civil de Tráfico y Policías Locales, que ha dado pie a la apertura de 90 expedientes, de los que 29 corresponden a Mallorca.

En el caso de esta última isla, eso supone que de cada 100 vehículos controlados, solo en cuatro se ha detectado algún motivo de sanción.

Cambio de estrategia

Pese a estas cifras, desde el sector se insiste en que el intrusismo en esta actividad es enorme y, en palabras del presidente de la asociación de autónomos del taxi de Mallorca, Biel Moragues, "este año ha sido el que más piratas ha habido por la sencilla razón de que es también el que más volumen de trabajo se ha registrado".

Esta intensa actividad y los ingresos que conlleva explican que las protestas hayan sido inferiores a las de ejercicios anteriores, ya que en estos momentos la recaudación es positiva para todos.

Moragues valora que el Govern haya puesto en marcha una campaña destinada a combatir el intrusismo en el transporte y reclama que tenga continuidad durante el próximo verano. Sin embargo, sugiere una selección más adecuada de los puntos en los que se deben desarrollar las inspecciones.

Así, considera que no tiene demasiado sentido aplicar controles en Inca, y que estos deberían centrarse, en el caso de Mallorca, en los alrededores del aeropuerto de Son Sant Joan, y en las zonas turísticas más importantes de la isla, como las de Calvià, Alcúdia o Cala Rajada, bajo el argumento de que son los lugares en los que se contentra la actividad de los vehículos piratas.

En este sentido, desde la conselleria de Movilidad se puntualiza que los 29 expedientes abiertos en Mallorca solo incluyen los derivados de las inspecciones que se han desarrollado en la red viaria, pero no las vinculadas a la actividad de las cámaras para la lectura de matrículas de que se han instalado en el aeropuerto, y que aunque se trata de un sistema que sigue en fase de pruebas, ha dado pie a algunas actuaciones relacionadas con la actividad irregular del transporte.