Con motivo del Día Mundial de la Sepsis, que se celebró ayer, el hospital de Son Llàtzer organizó una campaña informativa para dar a conocer esta enfermedad y concienciar a los profesionales sanitarios, a los gestores y a la población sobre el impacto clínico que genera.

La sepsis (o septicemia) es una enfermedad de frecuencia alta y potencialmente mortal que puede presentarse cuando el organismo reacciona a una infección. Su incidencia aumenta alrededor de un 2% cada año debido a diversos factores, entre ellos el envejecimiento de la población, el aumento de la esperanza de vida de los pacientes pluripatológicos, el incremento del número de pacientes inmunodeprimidos y la aplicación cada vez más frecuente de tratamientos quimioterápicos y de cirugías agresivas.

El número de casos de sepsis grave en España es muy alto. Se calcula que hay entre 1 y 4 nuevos casos al día de sepsis grave por cada 100.000 habitantes, por lo que en Balears estaríamos hablando de al menos unos 10-20 casos al día, teniendo en cuenta que la población del archipiélago supera el millón de personas.

En Son Llàtzer se registraron 1.276 casos de pacientes con sepsis en 2015, el 85,5% de los cuales fueron dados de alta, aunque el 30,64 % requirieron ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos (el 71,6% de los cuales fueron dados de alta). Las cifras son globales, ya que suman pacientes con diferentes niveles de gravedad. En una revisión reciente de la mortalidad en el mundo occidental, los casos menos graves tienen una mortalidad del 17% y los más graves, del 26%.

Estas cifras han motivado que se haya implementado el proyecto Código Sepsis. Esta iniciativa pretende "crear un proceso clínico transversal y multidisciplinario que pueda ser aplicarse en la práctica clínica diaria y se adapte a las diferentes características de los centros hospitalarios", señala el coordinador del proyecto y jefe de la Unidad Multidisciplinaria de Sepsis Grave del Hospital Son Llàtzer, Márcio Borges.

El impacto clínico de la sepsis es enorme : se trata del proceso clínico con mortalidad hospitalaria más alta actualmente, tres veces mayor que el infarto agudo del miocardio, siete veces mayor que el ictus y trece veces mayor que los accidentes de tráfico.