Durante los años de la crisis la población escolar detuvo su crecimiento desbocado e incluso llegó a haber cursos en que dejaron el sistema educativo balear más alumnos de los que llegaron. Pero el curso que empieza el próximo lunes prueba que los flujos migratorios hacia las islas han vuelto a dispararse y la incorporación de alumnos nouvinguts no cesa: este mes de septiembre Educación ha de buscar cada día una plaza para cada uno de los 20 niños que aterrizan en las escuelas de las islas. La Conselleria ha ubicado ya a 1.200 menores extranjeros o de otras comunidades que han llegado con el periodo de escolarización ya cerrado.

El conseller, Martí March, habló ayer de "alud de inmigración escolar" y el director general de Ordenación, Planificación y Centros, Antoni Morante subrayó que esta tendencia de crecimiento no está teniendo lugar en otras comunidades del arco Mediterráneo, como Cataluña o Valencia: solo pasa en Balears, con las dificultades de planificación que eso supone para una región que además, consideraron ambos, no recibe la financiación que le correspondería por parte del Gobierno central. March indicó que aunque fuera solo por este tema migratorio, "el Estado debería financiar con un plus a Balears".

El próximo lunes se incorporarán a las aulas del archipiélago 164.835 estudiantes, desde Infantil a Bachillerato o Formación Profesional, un 0,5% más que el curso pasado. De estos alumnos, 52.300 irán a centros concertados (una cifra similar a la del año pasado). En cuanto a profesores, la plantilla estará compuesta este periodo 2016-2017 por 14.271 docentes (11.192 en la pública y 3.529 en la concertada), lo que supone 184 profesionales más que el curso anterior.

Desde el inicio de la legislatura, el Govern ha contratado a más de 600 docentes: "Nunca había habido tantos profesores", indicó Morante. El incremento sirve para paliar recortes de años anteriores, pero también se explica por medidas concretas como los desdoblamientos en las clases de Inglés en ESO o la bajada de ratios en 4º de Infantil a un máximo de 20 niños por aula (ampliable a 22 por necesidades de escolarización extraordinaria, como puede ser la llegada de nouvinguts).

La incorporación tardía de estudiantes dificulta mantener las ratios bajo control. Eso, junto a la falta de espacio físico en algunos centros para desdoblar los grupos, ha provocado que aunque en la mayoría de centros habrá menos de 20 alumnos por aula en 4º de Infantil, en otros no se desdoblará sino que se meterá a dos profesores en una clase que puede llegar a tener 25 alumnos (el máximo que marca la LOMCE es 28).

Ante el crecimiento de la población escolar, tanto March como Morante señalaron ayer la necesidad urgente de poner en marcha la construcción de nuevas infraestructuras educativas (hay 410 centros en Balears, incluyendo 114 concertados) y anunciaron un plan inminente. Desde principio de legislatura se han invertido casi diez millones de euros en obras. Garantizaron que todos los colegios e institutos podrán abrir sus puertas sin problemas el lunes, aunque señalaron que en algunos se seguirá con los trabajos pendientes. El día de la vuelta al 'cole' no se inaugurará ningún centro, pero sí se espera que en enero pueda estar operativo el CEIP Son Macià.

Una novedad de este curso es la entrada en vigor del Decreto de Lenguas Extranjeras, que da cobertura jurídica a los centros que, tras la derogación del TIL, siguen impartiendo asignaturas en inglés u otra lengua extranjera. March admitió que el decreto se tramitó "con premura" y aseguró no tener aún datos definitivos de cuántos colegios participan, aunque recordó que es algo "transitorio".