"Valoramos esta compra ya que, al tratarse de un grupo alemán, previsiblemente se traducirá en grandes ventajas asistenciales para nosotros habida cuenta de que recibimos la visita de muchos turistas de esta nacionalidad", señalaba ayer Víctor Ribot, gerente de Quirónsalud en Balears, grupo resultante de la fusión de las clínicas Palmaplas y Rotger decidida el verano del año pasado.

Esta era su primera reacción a la noticia de la compra del grupo español Quirónsalud por parte del consorcio sanitario alemán Helios (perteneciente a Fresenius), una adquisición cuya cuantía asciende a 5.760 millones de euros, deuda incluida, y de la que saldrá el mayor grupo sanitario de Europa y uno de los mayores del mundo con más de cien mil empleados y 155 centros sanitarios.

Esta operación, que mantendrá las marcas de Quirónsalud en España y de Helios en Alemania, está pendiente de la aprobación reglamentaria de las autoridades de competencia, trámite que demorará la integración a estos últimos meses de 2016 o el primer trimestre del año siguiente.

La Rotger mantiene sus acciones

Ribot matizó que se trata de un cambio accionarial en el grupo creado tras la fusión de las clínicas Rotger y Palmaplanas que dio lugar a la sociedad Integración Sanitaria Balear (Isabal) . "Las acciones de Quirónsalud han sido vendidas a Helios mientras que las de la Clínica Rotger siguen en manos de la familia propietaria", diferenció el gerente.

Ribot reiteró que la operación ha sido muy bien acogida y más aún teniendo en cuenta que el principal accionista en una fundación sin ánimo de lucro, dijo ecordando que el principal accionista de Fresenius es una fundación sin ánimo de lucro, denominada Else Kröner-Fresenius-Stiftung, que tiene como fin la investigación médica y el desarrollo de proyectos medico-humanitarios.

Preguntado sobre si la venta se traducirá en un recorte de plantillas o de recursos en las infraestructuras sanitarias baleares, Ribot lo descartó taxativamente y repitió que, al tratarse de un grupo alemán, las expectativas son de aumentar su actividad asistencial.

Ribot recordó que la fusión de la Rotger y la Palmaplanas dio lugar a un potente grupo sanitario que cuenta con 361 camas, 19 quirófanos, dos salas de hemodinámica y una plantilla de más de 1.100 trabajadores.

La gestión de Quirónsalud continuará en manos del actual equipo, que se integrará en la nueva compañía para ser parte del proyecto de consolidación internacional. En este sentido Quironsalud dirigirá los proyectos para Latinoamérica, explicaba la nota corporativa de Quirónsalud que daba cuenta de la operación, revelada el pasado lunes.

Un comunicado que también resaltaba que "el nuevo grupo también aportará mayor amplitud de servicios a los pacientes tanto españoles como alemanes, ya que tendrán acceso a los mejores profesionales, hospitales, equipamientos e investigación".