El juez Castro acusa al expresident del Govern Jaume Matas, su esposa y su cuñado, Maite y Fernando Areal, el exconseller de Obras Públicas Bartolomé Reus y cuatro personas más de blanquear más de cuatro millones de euros procedentes de sobornos y mediante el importante patrimonio inmobiliario que el exdirigente del PP acumuló entre 2003 y 2009. Castro propinó ayer un fortísimo impulso a los casos de corrupción que tiene pendientes, dio por acabadas seis piezas separadas del Palma Arena y Over y puso los mimbres para que fiscalía anticorrupción y abogacía del Govern lleven a juicio a 18 personas, entre ellas Matas y los exconsellers Bartolomé Reus y Aina Castillo.

De todas las resoluciones dictadas ayer de golpe, y tras intensas semanas de trabajo del juez en julio y agosto, la más importante es la relativa al patrimonio injustificado de Matas.

Estas pesquisas se iniciaron por la fiscalía anticorrupción y se centraron después en la pieza separada 24 del Palma Arena. Las tesis del juez José Castro y del fiscal Pedro Horrach son que el también exministro pudo apropiarse de buena parte de los 63 millones de sobrecostes del velódromo público Palma Arena.

Entre 2003 y 2009 cuando se gestó y construyó esa instalación deportiva Matas se hizo con un patrimonio inmobiliario tasado en más de cuatro millones. La joya de esa corona fue el llamado palacete, la planta noble de una antigua casa señorial del número 8 de la calle Sant Feliu de Palma.

1.- El palacete de la calle de Sant Feliu 8.

Numerosos pagos en negro

El magistrado destaca que el palacete (que fue vendido el pasado julio por Matas a un árabe para poder depositar la responsabilidad civil del caso Nóos y conseguir una reducción de condena) fue tasado por Hacienda en casi 2,5 millones de euros, sin contar con los equipamientos de alta gama y otros lujos de su interior.

El instructor detalla de manera pormenorizada cómo el constructor, el pintor, el montador de la cocina, la persona que instaló el baño turco y otros proveedores cobraron decenas de miles de euros en dinero negro. Los sobres con esas sumas los habrían entregado a los testigos Maite Areal, Fernando Areal (cuñado de Matas y exgerente del PP de Balears) y el arquitecto técnico que coordinó la reforma Miguel Ángel García-Inés Alonso. El constructor, Juan Serra, ha confesado que recibió sobres en negro de manos de Fernando Areal en la sede del PP de Palma.

El instructor quiere llevar a juicio a los dos hermanos y al aparejador, junto a Antonio Obrador Vidal, el dueño de la empresa Denario, decorador profesional y la persona que asesoró a los Matas en la reforma del palacete y de las otras dos casas investigadas, el lujoso piso de Don Ramón de la Cruz 105 de Madrid y la vivienda de la calle Marina 38 de la Colònia de Sant Jordi. La secretaria de Obrador, conocida como Mimia, es sospechosa de haber presionado a los testigos para que ocultaran el trasiego de dinero opaco entorno a la reforma de Sant Feliu. Otra persona acusada es Josefa Lorca, la mujer del exgerente del PP balear Antonio López y que abonó varias decenas de miles de euros por unos televisores destinados al palacete.

La casa de Madrid

El magistrado aporta en su auto varios indicios de que el actual domicilio de Matas en Madrid, situado en el barrio de Salamanca y a nombre de Reus, que también fue presidente de la compañía Gesa, siempre ha pertenecido al expresident. Esta casa, de hecho la unión de dos pisos de un lujoso edificio, costó un millón de euros y, según el también exministro, él reside allí de alquiler.

2.- La casa de Don Ramón de la Cruz 105.

En la vivienda, de 186 metros cuadrados, más un trastero y dos plazas de garaje, los Matas hicieron varias reformas y mejoras antes de estrenarla. Castro imputa a Fernando Areal, que intervino en la opción de compra del piso, y a Bartolomé Reus el urdir "una burda e inútil estrategia" para disimular la verdadera propiedad.

Por último, el juez sostiene que el piso de la Colònia de Sant Jordi donde Matas veranea desde hace años y que estaba a nombre de su difunta madre, es otro fruto del cobro de comisiones. El piso está escriturado en unos 200.000 euros. Matas, según el juez, no tenía ingresos conocidos para juntar ese patrimonio.

3.- La vivienda de la Colònia de Sant Jordi.