La Federación Balear de Montañismo también tiene una sección de piragüismo y durante este verano sus miembros han tenido muchas dificultades para realizar su afición. "Se han detectado situaciones -explica Robert Busquet- donde yates se han apropiado de zonas de la costa de Tramuntana, acotándola sin ningún tipo de permiso o autorización al resto de los visitantes, impidiendo el acceso, instalando mesas y jaimas, y organizando eventos para sus pasajeros. Mientras esto ocurre, obligan a los piragüistas a desviar su ruta para que no les molesten". Según Busquet, estos casos han pasado en plena Serra de Tramuntana, concretamente en zonas como Cala Castells donde el acceso está totalmente prohibido.
Robert Busquet también señala que el deporte de Montaña moviliza a más de 40.000 personas en Mallorca y se encuentran con este tipo de situaciones. Asimismo, apunta que el turismo natural consigue arrancar beneficios superiores a otras actividades, como puede ser la caza o el ciclismo. Lo que ocurre es que estos turistas especialistas en naturaleza no aprueban encontrarse con calas literalmente tomadas por yates o golondrinas dando paella a los peces.
