Que el día que Mariano Rajoy se sometía a la segunda votación de su investidura fuera Francina Armengol la que ocupara la portada de la edición nacional del diario El Mundo fue objeto de todo tipo de conjeturas ayer en el Consolat. "Cada uno que haga el análisis que encuentre oportuno de cuál es la motivación que hay detrás", fue la valoración encriptada que hizo la portavoz del Govern, Pilar Costa, sobre el tema. Fue el único comentario oficial que se hizo del asunto. El diario de Unidad Editorial dedicó portada y editorial al pago de 3.000 euros de la presidenta del Govern para la reserva de un ático en el centro de Palma que finalmente no compró. "Nos hemos dado cuenta de lo importantes que somos", ironizaban en el Consolat, que daban su teoría: la presidenta balear está en el punto de mira por ser el principal apoyo de Pedro Sánchez en su 'no' a Rajoy y en su apuesta de un pacto de izquierdas.
Iván Murray, incómodo con su protagonismo
Las críticas de los ecologistas del GOB a la Conselleria de Turismo por la falta de medidas frente a la saturación tuvo como respuesta el anuncio del Govern de los fichajes del economista Carles Manera y del geógrafo Iván Murray para buscar soluciones al problema. Mientras el exconseller de Antich no ha esquivado a los medios, Murray se ha visto más abrumado. El geógrafo nunca pensó que su estudio sobre indicadores de presión humana le diera tanto protagonismo. Esta semana ha vuelto a tener que aguantar el chaparrón ante informaciones de que podía abandonar el estudio. El geógrafo, de momento, sigue en ello. El exlíder del GOB, Macià Blàzquez, ya dijo en su Twitter que su compañero se sentía utilizado como "escudo a las críticas".
