El juez Castro ha localizado una pista clave sobre el origen de los 600.000 euros que el PP de Balears pagó en efectivo por la compra de su sede central de Balears en la calle Palau Reial de Palma, un dinero que, supuestamente, regaló el constructor gallego Antonio Pinal Gil, dueño del grupo Bruesa e imputado en una pieza separada del Palma Arena. Ildefonso Agustín Pérez Ruiz, un promotor mallorquín ya fallecido y amigo de Pinal, le prestó a éste, en julio del 2004, 600.000 euros que inicialmente no fueron anotados en la contabilidad de Bruesa y que se supone se usaron como dinero negro.

Castro abrió, en febrero del año pasado, la pieza separada 28 y última del Palma Arena y centrada en aclarar una supuesta financiación irregular del PP, vía donativos en negro por parte de Pinal para comprar y reformar su sede central de Palau Reial. En esta causa ha comparecido como investigado (imputado) Antonio Pinal, que se acogió a su derecho a guardar silencio.

También se ha tomado declaración al exedil del PP de Urbanismo de Palma Javier Rodrigo de Santos y al extesorero del PP nacional Luis Bárcenas, ambos como testigos.

De Santos y Bárcenas apuntaron al propietario de Bruesa como un empresario que habría colaborado con el PP, pagándole la adquisición de sus oficinas centrales de Balears.

Dinero en una mochila

Ha sido una hija de Pérez Rubio, llamada Raquel, quien ha desvelado el sospechoso préstamo de 600.000 euros que Pinal nunca devolvió a su padre. Según esa testigo, su progenitor sacó el dinero en efectivo de una sucursal de la antigua Sa Nostra de la calle Aragón el 21 de julio de 2004 y lo trasladó en una mochila a otra oficina de la misma entidad del Polígono de Son Fuster.

Un empleado de confianza de Pinal escoltó al prestamista y se hizo cargo del dinero en Son Fuster, donde fueron atendidos por la entonces directora, al parecer esposa de un antiguo dirigente del PP.

Ildefonso Pérez Rubio contó a su hija que el empleado y la directora no le dijeron nada del destino del dinero, pero sí que le explicaron que, dada su no inclusión en la contabilidad de Bruesa, iba a servir para alguna operación en negro.

El empresario mallorquín, a pesar de haber firmado con Antonio Pinal un documento de reconocimiento del préstamo, no pudo recuperar nunca su dinero. En 2011 el prestamista pidió ser incluido entre los acreedores del concurso del grupo Bruesa, algo que le fue denegado en un principio, pero más tarde le fue reconocido.

La Policía ha interrogado en relación a esta operación a Raquel Pérez y a un antiguo abogado del padre de ésta. Este asesor ha manifestado que el fallecido promotor le habló del préstamo, pero que le dijo que estaba vinculado a una promoción inmobiliaria, realizada en Mallorca años atrás y en la que Pinal era un socio en la sombra.

Castro quiere interrogar como testigos a Raquel Pérez y al abogado del padre de ésta para que expliquen lo que saben de la sospechosa operación de 600.000 euros.

Antonio Pinal Gil, el constructor gallego acusado de pagar sobornos al PP de Balears a cambio de contratos públicos, prefirió en febrero del 2015 guardar silencio ante el juez Castro.