-¿Cómo se plantean desde Podemos las relaciones del Pacto ante el inicio del nuevo curso político?
-Tenemos por delante de nuevo el reto de la aprobación de los presupuestos del Govern. La próxima semana nos reuniremos con Cladera y nos pondremos manos a la obra. El que salgan unos presupuestos que cumplan con los principios que nos marcamos en la hoja de ruta de los Acuerdos por el Cambio, en cuanto al rescate ciudadano, es uno de los principales aspectos para el Govern.
-¿Está satisfecha con el grado de cumplimiento de esos acuerdos de legislatura con PSOE y Més?
-En algunos sentidos, sí se están desarrollando, pero hay cuestiones que no se están acometiendo como aparecen en los acuerdos.
-¿Por ejemplo?
-Por ejemplo dos patas fundamentales del Estado de bienestar desmantelado por las políticas austericidas y de recortes, como son educación y sanidad. También en servicios sociales, pero ahí hemos sido capaces de poner en marcha la renta social garantizada, que poco a poco deberá dotarse mejor. Da la sensación de que hay un proceso de desmantelamiento de la sanidad pública. Lo inició de hecho en su momento el Govern del Pacto con el hospital de Son Espases y después el Ejecutivo del PP profundizó en la línea de privatización. Un Govern de progreso como el actual no debería permitir profundizar en este proceso y lo que estamos certificando es que está ocurriendo eso. Somos la Comunidad Autónoma en la que los médicos tienen el mayor numero de pacientes per cápita. Se despide gente y cada vez hay menos personal para atender las necesidades de la ciudadanía.
-¿Puede concretar a qué se refiere al hablar de privatización?
-A todo lo que se pone en marcha con las subcontratas del hospital de Son Espases. Los datos indican que ha habido recortes de personal que trabaja para las subcontratas. El tema de las cocinas de Son Espases es un ejemplo. La gerente del hospital, María Dolores Acon, es uno de los altos cargos del Govern que más ha subido sus honorarios, en un 7,5 por ciento. Mientras, los trabajadores están siendo subcontratados, los fijos están en una situación de mucha presión y los que llegan a través de la subcontrata si tienen necesidad de protestar e ir a los sindicatos reciben presiones de que no se les renueva. Están pasando cosas que no son propias ni de hospitales que están bajo la gestión de gobiernos de progreso ni siquiera propias de democracias del siglo XXI, con amenazas a trabajadores por decir que irán a una reunión del sindicato. A ello se suma cosas como que el aparcamiento de Son Espases, que tanto cuesta a trabajadores del hospital, usuarios o familiares de ingresados, ahora resulta que tendrá unas plazas que se pondrán gratuitas para la facultad de medicina.
-A la que Podemos se opuso.
-Se nos ocultó deliberadamente que sería una realidad. Si es ese el planteamiento del Govern para los presupuestos de 2017, iremos mal. Esa facultad ni era prioritaria ni tenemos recursos para llevarla adelante como corresponde."Es escandaloso que la ATB contrate a una empresa de alguien condenado por corrupción"
-¿Y en educación?
-De la tabla de reivindicaciones de la Assamblea de Docents se han cumplido solo dos puntos, la derogación del TIL y de la Ley de Símbolos. La Conselleria escucha, pero no atiende el resto de demandas. Aun tenemos que reunirnos para que se nos explique cómo se cumplirá el que se destine el 30 por ciento de las mejoras presupuestarias a educación, que es el compromiso por el que Podemos retiró las enmiendas a los presupuestos el pasado año. A eso se une el que la Lomce recibirá en el presupuesto para 2017 unas partidas para su implantación. ¿Cómo un conseller que está en contra de la Lomce y las reválidas va a poner en los presupuestos dinero para implantarla? Es contradictorio.
-Si al final el PSOE nacional cediera y algunos de sus diputados se abstuvieran para permitir la continuidad de Rajoy, ¿en qué medida afectaría al Pacto en Balears?
-Hay varios escenarios posibles. Está el escenario de que Sánchez y el PSOE se mantengan en el no a Rajoy y al PP y, además, abran la posibilidad de un sí a un posible un Gobierno alternativo, que podría plantearse en términos muy similares al balear. Es decir, con el apoyo de Podemos para poder impulsar políticas muy diferentes a las que desarrollarán PP y Ciudadanos. Eso presentaría un escenario favorable en Balears, en el que no sería necesario replantearnos excesivos asuntos. Ahora bien, tendríamos que hacer un planteamiento muy serio si el PSOE apoya a un Gobierno de Rajoy o del PP.
-¿Hasta donde llegaría ese planteamiento?
-Tendríamos que someterlo no solo al consejo ciudadano del partido, sino incluso abrir la consulta a la asamblea ciudadana de Podemos y plantear si seguimos dando o no apoyo a un partido que permite que el PP vuelva a gobernar con todo lo que sabemos que ha hecho y que es capaz de hacer. Si el PSOE se presta a eso, tendremos un problema en el Pacto en Balears.
-¿Aunque la presidenta del Govern y líder del PSOE balear, Francina Armengol, haya demostrado reiteradamente que no apoyaría esa postura del PSOE nacional si se produjera?
-Es que, honestamente, el PSOE balear, y el de otras comunidades, tendrán un problema interno de primer nivel si eso ocurre. Si pasa, no sé si su mayor problema será lo que haga o deje de hacer Podemos. Digo esto poniéndome en la hipotética situación de que ocurra eso, porque no creo que Sánchez vaya a inmolarse de esa manera. Otra cosa es que lo inmolen, porque no se sabe bien quien manda del todo en el PSOE nacional. En todo caso, si ocurriera, tendríamos que abrir un proceso de reflexión a nuestras bases sobre si tiene sentido mantener el apoyo a un Govern que resulta que en Madrid apoya al PP para un Gobierno que nos va a impedir que desarrollemos nuestra hoja de ruta. De momento me quedaré con que Armengol dice que no, Sánchez dice que no y todos dicen que no. Y con la posibilidad de que den el sí a una posible alternativa, con Podemos dando apoyo externo a un Gobierno del PSOE, igual que en Balears. Lo que pasa es que en el PSOE hay gente que antes de tener el apoyo externo de Podemos prefiere que gobierne Rajoy, y ese es el gran problema que tienen los socialistas.
-¿Usted es partidaria de repetir la coalición de Podemos con Més si hay unas terceras elecciones, a pesar de que juntos no sumaron lo que esperaban?
-Había una expectativa de voto mayor y lo que esperábamos del voto de Més se quedó en la mitad, pero no me pongo en un escenario de terceras elecciones. La gente no nos lo perdonaría, ni a Podemos ni al PSOE ni a nadie de los que podrían formar una alternativa de Gobierno. En todo caso, si las hubiera, creo que algo que no pudimos hacer por falta de tiempo, es consultar a la asamblea ciudadana de Podemos de Balears si vamos con Més.
-Aunque Podemos no esté en el Govern, sí lo está en otros ejecutivos como el del Consell de Mallorca o el del Ayuntamiento de Palma. ¿Hay decepción en parte de su electorado?
-A Podemos la gente le exige más que al resto de los partidos, lo que es positivo porque nos obliga a un ejercicio constante de revisión de nuestros planteamientos y autocrítica constante. Al exigirnos más, también se ve más las contradicción que plantea el que por un lado se quiera que transformemos instituciones que están hechas para evitar la transformación y que a la vez se nos pida responsabilidad, seriedad, que seamos capaces de solucionar problemas dentro de ese marco. La tensión entre esos limites de la institucionalidad y esa responsabilidad que nos exige la gente, se resuelve en que ya haya voces que digan que no hemos transformado tanto, que no hemos cambiado tanto las cosas. Cuando Roosevelt se reunía con los sindicatos les decía que estaba de acuerdo con ellos, pero que salieran a la calle y le obligaran a hacerlo. Creo que tenemos un problema y es que no hay ahora ese empuje de la gente que obligue a los que estamos en las instituciones a abrir procesos de transformación profundos. Si sale adelante el Gobierno de las derechas, vendrá un ciclo de recortes muy salvaje, que espero que tenga como efecto el que la gente vuelva a salir a gritar "basta ya".
-¿Apoya la propuesta de Més de realizar una auditoria sobre los servicios externalizados del Govern?
-Sí, sin duda. Lo primero que hay que hacer es auditar el pliego de condiciones de la concesionaria de Son Espases, pero también los de todos los servicios públicos. Además, este curso parlamentario hay que poner en marcha la auditoría de la deuda balear. Esta en los Acuerdos por el Cambio. En septiembre u octubre pondremos el documento para ver cómo abrimos el proceso. Seguimos aumentando los 9.000 millones de deuda y tengo serias dudas de que el Govern sea capaz de reducirla.
-En IB3 no se exige el catalán en la plaza para el director de informativos.
-Lo que ocurre en IB3 es paradójico. Muchas veces nos han dicho que el cambio en la televisión pública es como los cambios geológicos, muy lentos. ¿Pero de verdad ha de ser tan lento? Además, ¿ha de incumplirse tan flagrantemente una apuesta de este Govern y de Podemos como el que el catalán sea requisito? No sólo es que esté costando tanto remover a todos los directivos puestos a dedo por el PP, sino que además cuando abres la posibilidad de hacer cambios ni siquiera fijas el catalán... Me sorprende lo que pasa. No se pueden pasar por el arco de triunfo cuestiones que son de sentido común, porque es que fueron aprobadas hace nada por el Parlament.
-Balears está viviendo un verano de saturación turística.¿La solución es el techo de plazas que propone Barceló?
-El tema del turismo es uno de los caballos de batalla que tenemos en Balears, al que hay que dar solución. Estamos siguiendo el camino de morir de éxito, asfixiando a la gallina de los huevos de oro con la política de no poner control a nada. El consumo de territorio y recursos cada día es más sangrante y es un tema que hay que abordar de manera urgente. No podemos seguir con récord en turistas, pobreza social, riqueza de los grandes hoteleros y destrucción del medioambiente. Apoyamos la postura de Barceló, pero nos ha parecido poco oportuno sacar la campaña de turismo sostenible cuando estamos en el grado mayor de insostenibilidad que ha tenido las islas. Por ciento, también me gustaría que pudiéramos revisar la ecotasa.
-¿En qué sentido?
-Hay muchas cosas que no están bien planteadas, como la estimación objetiva de los hoteles, que sean ellos los que digan el número de plazas que tienen cuando es imposible controlar la plaza hotelera oculta que pueda haber. Si uno dice que tiene cien camas, pero en realidad tiene 150, hay 50 que están pagando la ecotasa sin que esos fondos lleguen a las arcas autonómicas. Hay que revisar eso. De todos modos, con el tema de turismo hay que hacer más cosas que abrir un debate y publicar informes. Y desde luego, es escandaloso que la ATB contrate a la empresa de alguien que ha sido condenado por corrupción, de UM, para llevar la comunicación.
-¿Han pedido explicaciones por ese asunto?
-Las relaciones entre Podemos y el Govern de PSOE y Més han producido hasta ahora varios choques de trenes. La política de nombramientos de altos cargos fue uno de ellos, pero da la sensación de que no se aprende. ¿No había otro que no fuera la empresa de Antoni Martorell? Pediremos explicaciones por esto.
-Dígame algo de lo que se arrepienta Podemos Balears de este último año.
-Creo, pero es una opinión personal, que tendríamos que haber estado más vivos y tener más la iniciativa en cuestiones fundamentales para nuestro programa, como la auditoría de la deuda, que deberíamos haber sido más ágiles. Además, nos hemos dejado colar el gol de la facultad de medicina. Era difícil pararlo, pero nos lo han metido. Me da la sensación de que no somos conscientes de la potencia de fuego que tienen 10 diputados en el Parlament balear para solucionar cuestiones como lo que ocurre en educación y en sanidad. Eso lo pongo en el plano de las autocríticas.
-¿En este año, la dirigente del movimiento anticapitalista que fue usted se ha domesticado mucho?
-Bueno, me he cansado mucho, pero no me siento domesticada. Pensaba que la institución tendría un impacto mayor en mi forma de pensar, pero básicamente lo que ha hecho es reafirmarme en muchas de mis convicciones. Tiene muchos peligros confiarlo todo a la vía primero solo electoral y luego solo institucional. Soy muy consciente de que hemos vaciado los movimientos sociales y lo soy porque era una de las cabecillas. Tenemos la responsabilidad y el reto de lograr que no se siga produciendo este vaciamiento.
"Da la impresión de que hay un proceso de desmantelamiento de la sanidad pública balear"
-¿Un prejuicio con el que llegara al Parlament y que haya modificado este año?
-Tiene que ver con la institucionalidad. Era un poco incauta a la hora de evaluar hasta qué punto nuestra apuesta por lo institucional tendría impacto en la configuración del mapa social y político, al pensar que no desaparecería la movilización social. Creo que no está desaparecida, sino en un impasse, pero me sorprende que sea así. No hemos sido capaces de hacer ver a la gente que tiene que seguir empujando.
-Movimientos sociales, recortes ante la crisis, corrupción... Pero el PP es el partido más votado.
-El 15M la gente llenó las plazas y sin embargo ganó el PP con mayoría absoluta. Esas contradicciones se dan y se seguirán dando. Pero también hay que tener en cuenta el impacto de las políticas del miedo. El sistema capitalista juega con la coacción y el miedo para tener a las sociedades controladas. No esperaba que, con lo que movilizó primero el 15M y después Podemos, esas políticas del miedo tuvieran el impacto que han tenido y con ese efecto demoledor. Hemos cometido errores, no lo voy a negar. No todo lo que pasa es producto del miedo. Algo no habremos hecho bien en Podemos y tendremos que evaluarlo y reconducir nuestro proyecto, pero en mi opinión estos elementos centrales del capitalismo están triunfando. No doy la batalla por perdida, pero cuando los poderes movilizan el miedo y la gente se paraliza y vota derecha, están triunfando.
