Javier Torres nació en Palma. Estudió Psicología en la Universidad de Bacerlona, donde se especializó como forense por el Ministerio de Justicia. Este año cumple una década como decano del Colegio de Psicólogos de Balears
-¿Qué es el síndrome posvacacional
-El mal llamado síndrome postvacacional no existe como tal. No está en la clasificación de enfermedades, aunque la población lo conozca con este nombre.
-¿Es un problema o un mal menor?
-Mucha gente que está sin empleo seguro que querría sufrir el síndrome posvacacional. Significaría que tiene trabajo. No debemos frivolizar el tema por respeto a los que carecen de empleo.
-¿Es correcto considerarlo como síndrome?
-No. Es más bien un estado en el que uno se encuentra al regresar de unas largas vacaciones.
-¿Cuándo aparece el término?
-Se empezó a escuchar como tal hace unos 8 o 10 años. Antes nadie reparaba en ello.
-¿Se pueden ver los síntomas?
-Está demostrado que puede surgir malestar, dolor de espalda o de cabeza. De un día para otro se pasa de una situación de reposo y relajación a otra con ocupaciones y responsabilidades.
-¿Cómo prevenirlo?
-Cuatro o cinco días antes de volver a la rutina intentar levantarse pronto, adaptarse de nuevo a los horarios de sueño y de comida. También ayuda a coger el ritmo interesarse por los temas relacionados con el trabajo.
-¿Cuántos días dura este estado?
-Lo normal es que dure tres o cuatro días. Se puede alargar dependiendo de la persona, pero si pasa de la semana es que hay algo más que no está únicamente relacionado con la vuelta al puesto de trabajo.
-¿Cuantos más días de vacaciones, mayor es la dificultad para volver al trabajo?
-Después de un mes o dos de vacaciones nuestros horarios y hábitos cambian mucho. Cuanto más tiempo estemos descansando más nos costará volver a arrancar. Por eso está bien repartirse los días de vacaciones.
-¿Afecta a muchas personas?
-Hay estudios que dicen que entre un 20 y un 30% de las personas lo sufren. Otro porcentaje más bajo tiene problemas relacionados con el trabajo, el jefe, los compañeros. Al volver de las vacaciones lo sufre durante más tiempo.
-¿Qué hacer si dura más de tres o cuatro días?
-Lo normal es que desparezca al poco de entrar de nuevo al trabajo. Si esto persiste es porque hay detrás algo escondido.
-¿Qué casos pueden complicarse?
-Las variables son múltiples. Los hay que sufren de acoso, de mucha presión, falta de motivación con su labor...
-¿Qué hacer para ayudar a esas personas?
-En estos casos es importante valorar, diagnosticar y tratar las dificultades con la ayuda de un profesional de la psicología.
-¿Es importante acudir a un psicólogo?
-En casos donde el trabajador sienta ansiedad, estrés y no sepa afrontar la situación, sí. Hay que evitar la baja laboral porque no le interesa ni a la empresa ni a la propia persona afectada.
-¿En qué trabajos suele afectar más?
-Empleos con mucha presión. Estar en una oficina tampoco ayuda mucho.
-¿Qué tipo de persona es más propensa a padecerlo?
-No existe un perfil claro. Cada uno lo afronta como puede.
