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Irregularidad

Educación obliga al Colegio Sueco a eliminar las clases de Infantil y ESO por no tener autorización

Padres de antiguos alumnos se plantean presentar una demanda por estafa y reclamar el dinero pagado en matrículas

Imagen de la sede principal del Svenska Skolan, en Villa Schembri.

El Colegio Sueco deberá suprimir seis grupos por carecer de autorización para impartir clase en las etapas de Educación Infantil y Secundaria.

La conselleria de Educación ha tenido varios reuniones con representantes del centro y de la Asociación Sueca de Enseñanza -entidad que conforman los padres y se encarga de la gestión del colegio- por estas irregularidades y también ha estado en contacto con la embajada de Suecia . El pasado jueves se publicó la resolución mediante la cual el conseller March certifica que el colegio solo tiene autorización para impartir clases a alumnos de entre seis y doce años (el equivalente a la Primaria) y aprueba la supresión de las clases de Infantil y Secundaria.

Un curso de tensiones

Esta resolución llega después de un curso de muchas tensiones. Se han producido muchas bajas de alumnos para el curso que viene mientras que en la junta directiva de la Asociación Sueca de Enseñanza tuvieron lugar numerosas dimisiones. El director del centro, Stefan Sanqvist, también presentó su renuncia.

Padres de exalumnos de Infantil y Secundaria estudian ahora presentar una demanda contra el centro acusándole de estafa y reclamando la devolución de lo que han pagado en concepto de matrícula los años que han permanecido allí.

Familias de alumnos que han cursado allí Secundaria señalan además haber tenido problemas al tratar de seguir estudiando en Suecia, ya que las notas que se les dieron en el Colegio Sueco de Palma "no son válidas" al carecer de autorización para ese tramo educativo, punto que Educación deja muy claro (aparece escrito en mayúsculas) en su última resolución.

Algunos de estos progenitores aseguran que sus hijos -de nacionalidad española- acudieron a clase varios años al centro cuando solo tenía autorización para acoger a alumnado extranjero.

El Svenska Skolan es un centro docente extranjero y como tal depende de Suecia, pero el Govern debe ser informado del número de alumnos, cursos y ciclos que se imparten y emitir una autorización. Además, si un centro docente extranjero quiere tener alumnos españoles debe incluir unos mínimos de enseñanza de lengua castellana y de catalana. Una madre de un alumno español que estuvo allí escolarizado cuatro años presentó una denuncia por este tema en abril, pero fue archivada por estar mal planteada.

El curso 2015-2016 el Svenska Skolan llegó a tener trece unidades y 169 estudiantes(incluyendo seis españoles) cuando solo tenía autorizadas seis aulas y un máximo de 140 alumnos, según el escrito que se registró en la Conselleria cuando el centro comenzó a funcionar en 1996. Desde entonces, el centro solo había vuelto a contactar con Educación en 2004, cuando cambió su nombre original -Colegio Escandinavo- al actual.

Un grupo de familias descubrió estas irregularidades de casualidad, cuando solicitó información a la Conselleria ante un posible traslado del colegio.

Tras esa reunión Educación inició una serie de contactos con la junta directiva de la Asociación de Enseñanza Sueca, instándole a solicitar una nueva autorización. Asimismo se les reclamó documentación del ministerio sueco "dado que desde 1996 no se tenía constancia de ninguna inspección de las autoridades suecas, aunque éstas se hayan hecho". Los centros privados extranjeros "están obligados a enviar a la conselleria el acta de las diferentes inspecciones que tienen. Las autorizaciones se renuevan cada vez que hay una inspección de su país".

"Cumplir la legislación"

A principios de junio, el colegio no había solicitado ninguna nueva autorización y el jefe de departamento de Planificación y Centros, Jaume March, contactó de nuevo con la junta directiva recordándoles las "deficiencias" a subsanar: la necesidad de una nueva autorización para cubrir el aumento de aulas y alumnos y regularizar el tema de los estudiantes españoles.

March les señaló también que el centro estaba usando dos instalaciones nuevas aparte de la sede original -Villa Schembri, cerca de plaza Gomila- "que no se saben si cumplen con la normativa ya que no han sido inspeccionadas".

La Conselleria solicitó información a la embajada para aclarar qué niveles de los que imparte el colegio estaban autorizados por el gobierno sueco. Según la información que recibieron, están autorizados para impartir clase entre los seis y los doce años, lo que sería el equivalente español a la etapa de Primaria. Según el gobierno sueco solo tenían autorizados estos niveles y las notas expedidas a los alumnos de estos ciclos tienen validez como las de cualquier centro ubicado en Suecia, pero no ocurre lo mismo con la Secundaria.

El conseller, Martí March, concluye su resolución aprovechando para recordar al Colegio Sueco que "está obligado a cumplir la legislación vigente".

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