El número de estudiantes de Secundaria y Bachillerato que eligen cursar la asignatura de Religión Católica seguirá subiendo el próximo curso. En estos ciclos el número de estudiantes que elegían formación católica iba en caída libre hasta que el curso pasado la asignatura pasó a ser evaluable debido a la aplicación de la LOMCE. Para el próximo curso se confirma esta tendencia al alza en ESO y Bachiller y el número de alumnos que hará Religión vuelve a crecer.
Así, si durante el curso 2015-2016 un 15% de los estudiantes de Secundaria y Bachillerato de los institutos públicos se matricularon en formación católica, para el próximo ejercicio académico la matrícula sube hasta el 23%, según los datos de la conselleria de Educación. Esta subida se nota especialmente en estos cursos ya que contrasta con la acusada pérdida de alumnos de los años previos a la LOMCE. Además, cabe recordar que en ESO y Bachillerato es cuando a los estudiantes les interesa más mejorar su expediente académico en el caso de que deseen solicitar una beca o lograr un buen promedio para entrar en el estudio deseado en la universidad. En Primaria, la proporción de estudiantes que eligen Religión apenas varía respecto al curso 2015-2016: un 47%.
Datos "incompletos", según USO
La dirección general de Planificación, Ordenación y Centros maneja estas cifras, a partir de la información que han volcado los centros en el Gestib (un programa informático). Desde el sindicato USO -en plena 'guerra' con la Conselleria por el ERE al profesorado de Religión- dudan de estos datos y creen que están incompletos ya que, aseguran, no todos los centros educativos han informado de su situación. Señalan además que aún faltan las matrículas de septiembre. Desde Planificación replican que ya tienen casi todos los datos y que las estimaciones son muy ajustadas. Según sus cálculos, el próximo curso, y tras la reducción de personal prevista (42 docentes menos), la ratio será de un profesor cada 15,5 alumnos.
El sindicato ha asegurado tener constancia de varios centros públicos (unos cinco) que no están ofertando esta asignatura en el tramo de Infantil. En Primaria, ESO y Bachillerato los centros públicos están obligados a ofertar esta materia, que para los alumnos es opcional, debido a los acuerdos firmados con la Santa Sede. En Infantil, señala USO, las enseñanzas de Religión se han de incluir en el segundo ciclo (a partir de los 3 años) según lo recoge la Ley Orgánica de Educación de 2006 (la LOE), que sigue rigiendo en la etapa de Educación Infantil. Según el decreto de currículum aprobado por Educación en 2008, aún vigente, la Conselleria ha de garantizar que "al inicio de cada curso las familias de los alumnos puedan manifestar su voluntad de que estos reciban o no enseñanza de Religión".
USO ha asegurado que denunciará a los equipos directivos de los centros que no están ofertando Religión a los alumnos de Infantil. Según los datos de Educación, el próximo curso cursarán esta materia el 9% de los alumnos del segundo ciclo de Infantil (niños de entre tres y seis años).
El caso de Bachillerato
En el caso de Bachillerato, en Balears tanto consellers de Educación del PP como del PSOE han tratado de excluir la asignatura de Religión del horario lectivo o directamente dar libertad a los centros para decidir si la ofertaban o no: primero lo hizo la socialista Bárbara Galmés en 2008, y luego en 2015 la consellera del PP, Núria Riera.
En mayo de 2015 el Obispado presentó un recurso porque el PP dejó en manos de los centros ofertar o no Religión en Bachiller. En julio el TSJB aceptó suspender de forma cautelar este aspecto y los institutos debieron reincorporar la Religión a su oferta en Bachillerato el pasado curso. Finalmente, en febrero de este año el TSJB blindó de forma definitiva la oferta de esta materia en Bachillerato, aludiendo no solo a los Acuerdos con la Santa Sede sino también a dos artículos de la Constitución: el que hace referencia a la libertad religiosa y el que recoge el derecho a la formación religiosa.
