Las residencias para personas mayores que gestiona el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) del Consell de Mallorca han puesto en marcha un protocolo de actuación para prevenir posibles incidentes en la salud de los usuarios como consecuencia de las altas temperaturas durante todo el verano, pero especialmente cuando las temperaturas son más elevadas y la isla se encuentra en situación de alerta, según informó la institución insular.

Entre las medidas que se han adoptado en las residencias está la intensificación de la vigilancia de la salud de los residentes, con especial atención a las situaciones que presenten una sintomatología concreta que pueda estar relacionada con un golpe de calor, como agotamiento, debilidad, dolor de cabeza o enrojecimiento de la piel.

Además, se aconseja a los residentes sobre la importancia de que en esta época aumenten la ingesta de líquidos, sobre todo agua y zumos de frutas, y se controla por parte del personal de las residencias que esto se produzca.

Junto a ello, se da a los usuarios de los centros algunas pautas para combatir el exceso de calor. Así, se les aconseja medidas como usar ropa holgada y de colores claros, protegerse del sol con sombreros, gorras y cremas de protección solar y estar en lugares frescos o con aire acondicionado. Asimismo se vigila que los residentes no lleven a cabo determinadas actividades físicas, en especial las que supongan un esfuerzo excesivo.

Además de esta vigilancia, pautas y consejos a los usuarios de estas residencias, se ha aumentado la cantidad de alimentos ricos en agua, como verduras y frutas, en los menús habituales de los residentes, adaptándolos a sus necesidades y eliminando o limitando aquellos alimentos que puedan resultar demasiado pesados o deban consumir calientes.

El IMAS gestiona de manera directa las residencias para personas mayores de La Bonanova y el Hogar de Ancianos, en Palma; Huialfàs, en Sa Pobla y Bartolomé Quetglas en Felanitx.