Trabajo o vacaciones. Son los dos motivos que hacen que caigan las donaciones de sangre en verano. Para paliar estos efectos, la Fundació Banc de Sang i Teixits de les Illes Balears (FBSTIB) está haciendo campañas continuas durante estos meses. Además, están de por medio "las vacaciones de los niños, que dejan menos tiempo a las familias", según el director técnico del banco de sangre del FBSTIB, Enrique Girona, quien afirma que en esta época "la gente tiene otras prioridades y encuentra menos tiempo". Por eso, hace un llamamiento para conseguir llenar esas camillas de donaciones, que en el momento de llegar a la sala para hacer las fotografías estaban totalmente vacías, y alcanzar al objetivo de 3.300 donaciones. "Dependemos de la buena voluntad de la sociedad".

Las necesidades son las mismas en las distintas estaciones, asegura Girona, pero al haber una mayor población en las islas "hay más probabilidades de que necesiten alguna transfusión". Sin embargo, se ve compensado por la bajada de la actividad de los quirófanos, ya que solo se atiende lo más urgente.

Lo que más ayuda a concienciar para que se done sangre es ver que alguien cercano necesita una transfusión. Así "le anima a dar el paso", confirma Enrique Girona.

Hay un grupo sanguíneo que es especialmente demandado.Este es el O-. "Es el que primero se usa en una urgencia", ya que puede ir destinado a cualquier paciente. El problema es que "solo un 7% de la población tiene este grupo". De todas formas, "se necesitan de todos los tipos", señalan desde la FBSTIB.

Es especialmente necesario que siga habiendo existencias, puesto que también hay enfermedades que precisan de una atención mayor en este sentido, como aquellas que afectan a la sangre o la mielodisplasia, que afecta a la médula ósea, sobre todo entre los ancianos. A estos últimos "se les trasfunden dos o tres bolsas cada quince días durante toda su vida", lo cual exige que haya mucha gente que esté dispuesta a colaborar por la causa.

De cada donación de sangre, de 450 mililitros, la separan en tres elementos: glóbulos rojos, por ejemplo, para gente con anemia; plasma, que sirve para crear medicamentos, y plaquetas, destinado a tapar heridas. El problema de estas últimas es que duran muy poco, tienen que estar en constante movimiento para sigan funcionales y es de lo que más demanda hay. En el polo opuesto está el plasma, que lo congelan y puede estar hasta dos años, aunque no lo suelen necesitar tanto.

Quienes quieran realizar este acto solidario, deben ser mayores de edad, estar sanos y pesar más de 50 kilos. Las mujeres pueden hacerlo en tres ocasiones durante 12 meses, mientras que los hombres tienen la oportunidad de hacerlo una vez más en este periodo de tiempo.

En 2015 los datos señalan hubo casi 23.000 personas que donaron. Una cifra que Girona considera baja, ya que "no puede ser que las necesidades de la comunidad recaiga en esta gente". A esto añade que "si no donan sangre, no se puede hacer nada de lo que hay en el sistema". Asimismo, recuerda que "apenas el 2% de la población" se pone a su disposición, si bien Balears está en la media española en este sentido y no resulta una cifra muy baja en comparación con otras comunidades. Además, de los que lo hicieron ese año, la mitad solo lo hizo una vez.

"Somos muy invisibles", se quejan desde la Fundació Banc de Sang i Teixits. "A veces no saben ni dónde estamos", razón por la que continúan realizando campañas día sí, día también.