Cinco antiguos máximos responsables de la Policía Local de Palma, Calvià y Marratxí aparecen en estos momentos implicados en la trama corrupta que investiga el juez Penalva y el fiscal Subirán. Cinco imputados que tienen muchas posibilidades de terminar sentados en el banquillo para responder de graves delitos que podría suponer, entre otras cosas, la pérdida de su condición de funcionarios. Tres de estos jefes policiales son de Palma. Se trata de Antonio Vera, Joan Mut y Antonio Morell. A ellos se añade José Antonio Navarro, que fue jefe de la Policía Local de Calvià y Antonio Ledesma, que en el momento de su imputación dirigía la Policía Local de Marratxí. Los cinco, en algunos momentos, han dirigido la política municipal de seguridad de los núcleos turísticos más importantes de la isla.
Antonio Vera
El intendente de la Policía Local de Palma, Antonio Vera fue el primer mando imputado en la causa. Presidió el tribunal de la oposición que se amañó para ascender a la categoría de oficial a determinados policías que iban a ocupar destinos claves dentro de la estructura policial. Se les filtró los exámenes a los opositores que interesaba que aprobaran para promocionarlos. Formaba parte, según creen los investigadores, en un plan para realizar una nueva organización policial, lógicamente controlada por los políticos. Además, Vera también figura imputado en otro juzgado por revelación de secretos, al buscar información en el archivo policial para desacreditar al fiscal.
Vera fue sustituido en la jefatura de la Policía Local por Joan Mut, que según revela el sumario, sancionó a los agentes que denunciaron actuaciones corruptas y protegió a los funcionarios que posteriormente fueron imputados. En el sumario aparece una grabación realizada por un policía que había denunciado a dos oficiales de la Playa de Palma por el trato de favor que estaban recibiendo. En concreto, este policía denunciaba, que mientras la mayoría de agentes tenía que desplazarse con sus propios medios al cuartel de la Playa de Palma, por lo que cobraban un suplemento económicos. Sin embargo, a los dos oficiales, sin ningún motivo, se les permitía utilizar una moto policial. No utilizaban sus vehículos particulares, pero seguían cobrando el suplemento de desplazamiento. A pesar de que se trataba una corruptela casi ridícula en comparación con lo que se ha sabido después, el agente que denunció esta situación fue apartado de su destino y fue enviado a otro grupo, con la correspondiente pérdida económica. Mut le llegó a reconocer que "le sabía muy mal" esta decisión, pero que cumplía órdenes superiores.
El juez también le acusa de no haber adoptado ninguna medida tras tener conocimiento de algunos casos de amenazas contra agentes citados como testigos. Mut presentó su renuncia al cargo. Posteriormente fue suspendido de empleo y sueldo. Le sustituyó Antoni Morey, que duró muy poco tiempo en el cargo al ser cesado. Morey se posicionó públicamente a favor de los policías corruptos y criticó con dureza al juez. Está acusado de falsedad por amparar que uno de los jefes de la Patrulla Verde se acercara al cuartel de San Fernando, cuando lo tenía prohibido.
El exjefe de la Policía Local de Calvià ha sido el único de los responsables policiales que ha ingresado en prisión. Se ha descubierto que trabajaba para un importante grupo empresarial, con negocios e intereses económicos en Calvià. Le habían contratado como gestor, con un sueldo de 3.000 euros al mes, que recibía en metálico. También se le implica en la polémica del vídeo en el que dos policías de Calvià colocan una papelina de droga en un bar, para que la localice el perro. Además, se le acusa de beneficiar a unos empresarios, en contra de otros de la competencia.
Navarro compartía esta gestoría, que se encargaba de los contratos y las nóminas de los trabajadores, junto a Antonio Ledesma. Este policía trabajó durante mucho tiempo en Calvià, antes de ser nombrado jefe del municipio de Marratxí. También se encargaba de elaborar los recursos contra las sanciones policiales.
