El Catastro lleva desde 2014 utilizando drones y satélites para tomar imágenes aéreas y detectar las nuevas construcciones que se ejecutan y que no son luego comunicadas para tributar correctamente por el valor real de esa propiedad. El resultado de este trabajo impulsado desde el ministerio de Hacienda resulta muy revelador: en Balears se han descubierto 32.182 inmuebles que estaban cometiendo fraude en esta materia, lo que supone el 11% de los revisados, una tasa que se sitúa notablemente por encima de del 8,6% de la media estatal. Otro dato característico del archipiélago es que un 11% de estos casos corresponde a piscinas, un porcentaje que duplica el que se da en el conjunto del país, del 5%.

La toma de imágenes aéreas, que aún no ha concluido, se ha desarrollado en 37 municipios de Baleares, y la lista incluye a zonas como Andratx, Calvià, Santanyí, Alcúdia, Son Servera o Ses Salines, por citar algunos ejemplos. Entre los mayores beneficiados por este rastreo están los ayuntamientos, según reconoce el presidente de la Federación de Entidades Locales de Balears (Felib) y alcalde de Sencelles, Joan Carles Verd, ya que al no declarar estas actuaciones ante el Catastro, el valor por el que estas propiedades cotizaban en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) era inferior al que correspondía, y este tributo se ha convertido en la principal fuente de financiación de la mayoría de los municipios. Según este representante municipal, siempre es mejor para sanear las cuentas locales que los ciudadanos paguen lo que toca que no tener que elevar la presión fiscal para todos.

Como se ha indicado, la tasa de fraude detectado es en las islas superior a la media estatal. En Baleares se han revisado 292.217 inmuebles, y se han detectado irregularidades en 32.182 de ellos, tanto urbanos como rústicos. Eso supone incumplimientos en un 11% de los casos. Hay autonomías en las que esta tasa es todavía mayor, como Aragón con un 16,8%, Galicia con un 15,3%, Castilla-La Mancha con un 14,2%, Extremadura con un 13%, y Cantabria con un 11,3%, todas ellas, al igual que el archipiélago, muy por encima del 8,6% de la media estatal. Los porcentajes más bajos aparecen en Madrid con un 3,9%, Murcia con un 4,7% y Cataluña con un 5,9%.

Unos 36 millones extras

La importancia de esta campaña de control con imágenes aéreas se refleja en el hecho de que en todo el país se ha descubierto este tipo de fraude en 1,6 millones de edificaciones, cuya regularización supone elevar la recaudación a través del IBI en 1.254 millones de euros. En el caso de Baleares, esa entrada extra de ingresos, en las que se incluye tanto la cuota anual como los atrasos, se sitúa en unos 36 millones de euros.

¿Cómo se comenten estas irregularidades? En el caso de Balears, el 35% de estos fraudes aparece relacionado con el hecho de no inscribir en el Catastro las reformas o cambios de uso de construcciones ya existentes, lo que supone un ahorro en el IBI al no tener en cuenta el aumento de valor del inmueble. Este porcentaje es muy superior al 29% estatal.

Un 29% de los fraudes de las islas corresponden a nuevas construcciones no registradas, en este caso por debajo de la media estatal, del 33%. En un 25% de los casos de Balears, la irregularidad está vinculada a ampliaciones de los inmuebles, también por debajo de la media española de un 31%.

En cuanto lugar aparece la construcción de piscinas, con un 11% de los casos descubiertos en el archipiélago, aunque este dato es muy relevante porque la tasa balear duplica la media estatal, cifrada en un 5%.