Ya es oficial. Baleares unió ayer su destino al de Cataluña. Al menos en lo que a financiación autonómica se refiere: la Generalitat catalana (comandada por la coalición independentistas Junts pel Si), y el Govern balear (compartido por el PSOE y por los econacionalistas de Més) crearon ayer una comisiónque tiene por principal objetivo elevar los recursos que las islas reciben del Estado español. Aunque la alianza no es exactamente un frente común, toda vez que Cataluña, como explicó su vicepresident, Oriol Junqueras (ERC) está “en otra dinámica política”: la lucha por la independencia catalana, no ya por la obtención de más dinero de Madrid.

Para avanzar en esta mejora de la financiación balear ambas autonomías parten de una base, refrendada año a año por los datos oficiales del reparto de dinero público que articula el Ministerio de Hacienda: tanto Cataluña como Balears están aportando al sistema autonómico en impuestos mucho más de lo que reciben después para financiar sus servicios públicos. El efecto de este desequilibrio es que Balears, la segunda comunidad que más paga al Estado por habitante (solo superada por Madrid), es la séptima que menos recibe. Como consecuencia, la generosidad y productividad fiscal de los ciudadanos y empresas de las islas conduce paradójicamente a que Balears disponga de menos dinero que ninguna autonomía para financiar su sanidad, su educación y sus servicios sociales, como leían en Diario de Mallorca en la edición del último domingo.

Para subsanarlo, Cataluña y Balears buscarán juntas una propuesta que acerque más lo que se aporta a lo que se recibe. El resultado de esa colaboración se trasladará luego como exigencia a quien sea que gobierne España en los próximos meses, que deberá impulsar la reforma de financiación aplazada durante cinco años por la administración Rajoy (PP).

Balears y Cataluña, que ya intercambiaron conocimientos fiscales y aunaron fuerzas en los últimos años (con los ejecutivos del PP de Bauzá y de la CiU de Artur Más), integran ahora de forma más íntima sus recursos a través del equipo que comandará el menorquín Guillem López Casasnovas. El economista, catedrático en la Pompeu Fabra, experto fiscalista, consejero del Banco de España, y asesor tanto de de la Generalitat catalana como del Gobierno español desde hace más de un decenio dirige desde ayer el grupo de trabajo fiscal de una comisión a la que se incorporan tres técnicas catalanas y otros dos especialistas designados por Balears, cuyo currículum describe la transversalidad ideológica que busca el Govern Armengol: Antoni Costa, profesor de la UIB que hasta hace solo 15 meses era director de Presupuestos del Govern Bauzá (PP), estará en el equipo, al que también se suma Miquel Serra, profesor y economista mallorquín, que ejerce en la Pompeu Fabra.

Como quiera que la Generalitat dice no perseguir una propuesta de mejora de la financiación catalana, embarcada como está en el proyecto independentista, el equipo se forma sobre todo para que Baleares pueda aprovechar el conocimiento técnico y metodológico de Cataluña, que lleva casi 30 años elaborando estudios de impacto fiscal y modelos de financiación. “Los diferentes objetivos [de Cataluña y Balears] son compatibles y no excluyentes en esta cuestión. Para Balears es muy importante reformar el sistema de financiación y acabar con la injusticia del modelo de financiación”, razonaba la consellera de Hacienda del Govern balear, Cati Cladera (PSOE), que incidía en que las islas quieren mejorar las condiciones del reparto presente, al tiempo que se compensa la discriminación fiscal que han sufrido los baleares durante décadas.

En esta segunda cuestión, solventada en el pasado para Cataluña con reconocimientos de “deuda histórica” por parte de gobiernos españoles, también profundizará la comisión. “En Balears planteamos una condonación de deuda pública (hoy el 60% de la deuda del Govern es con el Estado español), para compensar la infrafinanciación desde hace décadas, que limita nuestros presupuestos y nuestra capacidad para generar inversión pública”, argumentaba la consellera del Govern Armengol.

La alianza con Cataluña podría extenderse a otras comunidades. Cladera recordaba que hace solo unos meses se firmó un acuerdo con Valencia para colaborar en promoción económica, aunque tanto Cataluña como Balears se declararon dispuestos a ampliar la entente a otras regiones. “Da más fuerza para negociar. Tiene que acabar ya la imposición de Madrid”, concluía Cladera.