Mario Pascual Vives, el abogado que ha ejercido la defensa de Iñaki Urdangarin, quiere cobrar sus honorarios profesionales, que cifra en unos 60.000 euros. Debido a las dificultades que tiene para cobrar su minuta, el letrado envió ayer un escrito al juzgado de instrucción número 3 de Palma, que dirige el juez Castro, pidiendo que el dinero que pide por su trabajo como abogado defensor salga de la fianza de responsabilidad civil que en su día depositó el marido de la Infanta, para hacer frente a las posibles indemnizaciones que se determinen en la sentencia.

Pascual, cuyo despacho profesional se encuentra en Barcelona, no ha faltado ni un solo día a las sesiones del juicio que se han celebrado durante casi seis meses en el polígono de Son Rosinyol. Esta actuación profesional, en la que Mario Pascual intentó demostrar la inocencia del cuñado del Rey, le obligaba a pasar la mayor parte de la semana en la isla, con los correspondientes gastos que ello suponía.

No es una situación nueva que en estos momentos Iñaki Urdangarin sufre una difícil situación económica. Actualmente no trabaja y, por tanto, tampoco genera ingresos. Reside con su mujer y sus cuatro hijos en Suiza, donde la hermana del Rey fue enviada para trabajar en una asociación vinculada con La Caixa. La única persona que aporta ingresos a la familia es, precisamente, la exduquesa de Palma, quien también fue juzgada junto a su marido por el caso Nóos. La pareja está pendiente de que se dicte la sentencia, que no se espera que se conozca hasta finales de año.

El escrito que envió ayer al juzgado el letrado defensor, demuestra las dificultades económicas que padece Iñaki Urdangarin para pagar los honorarios profesionales que le exige su abogado. En el escrito no se detalla cuánto dinero le ha supuesto al cuñado del Rey la contratación de un abogado para que le defienda de las graves acusaciones que se han vertido contra él por su actuación al frente del instituto Nóos. Sólo se detalla que en estos momentos le debe 60.000 euros. Mario Pascual asumió la defensa prácticamente desde el principio de la investigación, hace ya más de cuatro años, y ello le ha obligado a trasladarse a Palma en numerosas ocasiones para estar presente en toda la fase de instrucción.

Lo que está claro es que Iñaki Urdangarin ha comunicado a su letrado que no puede pagar la última factura que le reclama, que suma unos 60.000 euros. Para poder cobrar el letrado ha buscado una posible solución en el juzgado. Con este escrito pretende que el juez descongele una parte del dinero que entregó Urdangarin, sobre todo tras la venta del palacete de Barcelona, para afrontar la responsabilidad civil que exigían las acusaciones. El dinero que se reclama se podría pagar sin ningún problema, puesto que Iñaki Urdangarin abonó casi tres millones de euros, aunque esta cantidad no cubría ni de lejos el dinero que le reclamaban las acusaciones.

Debido a que el escrito se presentó ayer en el juzgado, el magistrado todavía no ha respondido. No se descarta que el juez Castro, antes de acordar una decisión, solicite a las partes que se pronuncien sobre esta propuesta. Aunque nadie duda del trabajo profesional que ha realizado el abogado Mario Pascual Vives, no parece que las partes acusadoras vayan a apoyar que se desbloqueé la fianza.