Aseguran que quieren contribuir a la implantación del nuevo Impuesto de Turismo Sostenible, pero no les da tiempo a cumplir los plazos para completar el primer paso antes de empezar a cobrar el tributo: inscribirse en el registro de actividades turísticas. Así que el presidente de la Federación de Estancias Turísticas Vacacionales de Mallorca, Jordi Cerdó, se reunió la pasada semana con responsables de la Conselleria de Hacienda y con la directora de la Agencia Tributaria de les Illes Balears (Atib), Maria Antónia Truyols, para pedirle más tiempo en ese trámite. Y Hacienda está por la labor. Según confirman desde la Conselleria, de momento no hay decisión tomada, pero en principio no habrá problema para que las 8.000 casas y chalets pareados que se dedican al alquiler a viajeros tengan más margen para inscribirse, evitando de paso los 400 euros de multa que penden sobre trabajen en alguna de las modalidades de alojamiento turístico y no estén apuntados a ese registro de Hacienda cuando concluya este mismo mes.
"La realidad es que no nos da tiempo en la inscripción. Los propietarios de este sector son en muchos casos gente de campo, pagesos, albañiles, personas poco familiarizadas con internet, por lo que buscar un certificado digital como el que requiere la Agencia Tributaria de Balears se les hace muy complicado. Hay que hacerlo todo por internet y a mucha gente le cuesta eso. Luego en la propia Agencia Tributaria te dicen que allí no lo pueden hacer, y los gestores fiscales a los que se recurre para estas cosas andan hasta arriba, con lo que no hay opciones. Además, hemos colaborado desde el principio en la implantación del impuesto, por lo que esperamos que nos den un poco de margen", razona el presidente del colectivo, que es optimista y cree que habrá moratoria.
Aunque del impuesto no se van a librar. Ni lo pretenden, dice Jordi Cerdó, que asegura que el tributo les parece bien y que han hecho encuestas a los clientes de casas de vacaciones y se han topado con la sorpresa de que la práctica totalidad lo aceptan y aprueban, hasta el punto de que algunos, dice Cerdó, se extrañan de que "Mallorca no lo cobrase ya, cuando en Alemania llevan décadas cobrando tributos parecidos". "El otro día un señor que conozco, un pagés, me dijo que le daba vergüenza pedir un euro a la día a clientes que le llevan muchos años viniendo, así que decía que lo iba a poner encantado de su bolsillo. El año que viene la mayoría la gente lo incorporará directamente al precio y luego lo pagaremos por el sistema de módulos, que es el más cómodo", abunda Cerdó.
Y mientras se preparan para la próxima temporada, para la que todo pinta aún mejor que en esta campaña de lleno en las casas vacacionales, en la federación siguen haciendo pedagogía. "Lo que le decimos a la gente que se dedica a esto (que no nos confundan con los apartamentos turísticos, que no es lo mismo) es que dejen de marear la perdiz, que se registren cuanto antes. Pero como hay dificultades para el registro, queremos que nos abran el plazo tres meses más". Con agosto y su menor actividad pública ya encima, en la federación creen que si les dan hasta final de octubre todo el mundo podrá inscribirse sin problemas.
En Hacienda y en la Agencia Tributaria analizan las circunstancias y, en principio, se muestran dispuestos a abrir la mano y ampliar el plazo. Tampoco están allí exentos de problemas: el servicio con el que atienden este proceso de registro turístico e implantación del tributo cuenta con dos personas en la Agencia Tributaria de Balears, pero según reportan a este diario propietarios que están tratando de inscribirse, las funcionarias están superadas por el exceso de trabajo, de modo que acudiendo en persona a la sede de Atib los dueños no consiguen nada, y llamando al teléfono habilitado para información tampoco les resuelven sus dudas, que son muchas.
